Este viernes 17 de junio se realizará la sesión de concejo para debatir el pedido de vacancia contra la regidora del distrito de Cayaltí (Chiclayo), Mirtha Ortiz Rojas, basado en un presunto nepotismo. A la concejal, según el documento presentado por el ciudadano Paul Alvarado Huamán, se le acusa de influenciar para la contratación de su hermana en la comuna que representa.
Esta solicitud resulta controversial, pues la regidora indica que el objetivo es apartarla del cargo para evitar que asuma como alcaldesa ante de la renuncia del actual burgomaestre, Oswaldo Paz Chávez, quien se encuentra candidateando para el sillón municipal de Cayaltí. Ortiz Rojas precisa que el interés sería ocultar las presuntas irregularidades cometidas por la autoridad saliente.
“Se me acusa que he contratado a mi hermana, cuando en la municipalidad no existe ningún documento que lo acredite, porque ella nunca ha trabajado aquí. Se trata de una venganza camuflada de vacancia que busca evitar que asuma como alcaldesa y conozca cómo se ha venido manejando el dinero y las obras en la municipalidad”, declaró la regidora en diálogo con La República.
La munícipe cuestionó ser la última persona a la que se le notificó sobre este pedido de vacancia y la celeridad con la que el procedimiento avanzó en la comuna. Ante la anunciada presencia de la sociedad civil organizada en esta sesión de concejo, ella indicó que espera que la comuna brinde todas las facilidades para que dicha actividad sea de acceso público.
Con respecto a este tema, La República intentó obtener una versión de parte del actual alcalde de Cayaltí, mediante llamadas y mensajes a su teléfono personal. En una breve conversación de texto, Paz Chávez manifestó estar en una reunión de trabajo en Lima. Hasta el cierre de la presente nota los esfuerzos por obtener una respuesta no fueron fructíferos.
A través de pronunciamientos, asociaciones como la Red Nacional de Mujeres Autoridades Locales y Regionales del Perú (Renama), Red de Mujeres Autoridades de Lambayeque (Redmual), Paridad Perú y la organización Flora Tristán condenaron este hecho, señalando que se trata de un “acoso político” y respaldaron a Ortiz Rojas.
Cayaltí