Coata es un distrito localizado a una hora con 15 minutos de viaje de la ciudad de Puno. Tiene más de 15.000 pobladores. El 2 de mayo cumplió 168 años de creación política y hasta ahora carece de servicio de agua potable.
Sus habitantes sufren los estragos de la contaminación del río Coata, de donde tomaban el agua. Esta cuenca recibe las descargas de aguas servidas que produce la ciudad de Juliaca y la minería informal que centra sus operaciones en la cabecera de cuenca.
Los coateños también acudían al lago Titicaca. Luego cada familia, construyó pozos en sus terrenos. Sin embargo, en las dos últimas décadas, se detectó que estos también estaban contaminados con metales pesados.
Estudios y análisis de agua en laboratorios del Ministerio de Salud y particulares determinaron que el recurso de estas excavaciones no son aptas para el consumo humano, sin embargo, curiosamente esa información, no fue difundida “para no alarmar”. Los resultados salieron a luz por insistencia. Son 11 comunidades campesinas las afectadas y cuyos habitantes que comenzaron a sentir los efectos de la contaminación.
En el año 2019 y 2020, el Ministerio de Salud realizó un tamizaje aleatorio en Coata, Huata, y Capachica. Los resultados preocupan: 83.5% de las personas a las que se les extrajo muestras de orina y sangre, presentaban metales pesados en su organismo. Se detectó arsénico y mercurio en la mayoría de casos.
La cuenca de Coata hasta la fecha tiene dos declaratorias de estado de emergencias y 11 ampliaciones, sin embargo, no hay acciones concretas para frenar la contaminación y tampoco se atiende a las personas afectadas, según reveló el alcalde de Coata, Elmer Pelinco.
En la plaza principal se instaló un tanque Rotoplás. El dirigente de la cuenca Coata, Félix Suasaca, refiere que ese inmenso recipiente surte de líquido a los comerciantes de la feria.
Todas las viviendas de la zona rural y urbana tienen una distinción: tanques, tachos, baldes, lavadores y otros recipientes para recibir agua potable que distribuyen cisternas una vez por semana. Esta misión la hace el Ministerio de Vivienda a través de empresas contratistas.
Marcelina Zamata, pobladora de la comunidad de Carata, un tanto molesta, cuenta que hace varias semanas no reciben agua potable. Los conductores de cisternas le indican que no hay acceso a su casa. En época de lluvias recogen el agua en cilindros. Para ello instalan una manguera gruesa conectada al cilindro y al drenaje.
“La lluvia cae en la calamina, luego se desliza por la canaleta y sigue su curso por la manguera directo al cilindro. Ya tenemos agua para nuestros animales, para lavar nuestras ropas y otros quehaceres”, agrega Marcelina Zamata.
Ella, al igual que sus vecinos ,exigen que se haga el sistema de saneamiento. A veces, cuando no tenemos agua potable, usamos de los pozos, y está contaminada. Nuestro arroz blanco adopta un color amarillo y/o rojizo, puntualiza Marcelina.
El alcalde de Coata, Elmer Pelinco, afirma que es uno de los últimos distritos sin agua potable, sin embargo, aclara que este año podrían tener el servicio en el casco urbano de Coata.
Hay un proyecto en marcha. La inversión asciende a 26 millones de soles.
Los trabajos iniciaron el 12 de noviembre del 2020 y tenían como plazo de ejecución 11 meses. Hasta ahora no concluyen.
En la plaza de armas de Coata, anteriormente, se instaló un sistema, sin embargo, al ser sometido a la prueba hidráulica, no pasó. La empresa a cargo del proyecto debe efectuar nuevas conexiones.
La empresa solicitó ampliación y presupuesto adicional. Al momento, se tiene dos adicionales y se espera que concluyan en junio.
“Nosotros hemos pedido que ya no se dé más ampliaciones, queremos la obra concluida”, puntualizó Elmer Pelinco. La autoridad edil refirió que tienen una obra terminada en el centro poblado de Sucasco que demandó una inversión de 38 millones de soles. Actualmente, está en prueba. Beneficiará a 2 mil personas en la zona.
También se tiene un proyecto de construcción de una planta de tratamiento donde se tratará los metales pesados, coliformes fecales y otros. Esta planta dotará de agua a través de cisternas a las comunidades de Carata, Llucco, Llachahui, Sucasco y otros. La elaboración del expediente por especialistas del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento debe concluir por estos meses. La obra demandará una inversión de 60 millones y debería iniciar en octubre, informa Pelinco.