La noche del 19 de abril, el empresario Deivis Mendoza Cadenillas, dedicado a la construcción e instalación de gas natural, fue asesinado en el distrito de Los Olivos por negarse a pagar cupos. Fue emboscado por dos sicarios en moto tras salir de su negocio a bordo de su auto.
Una semana antes, en ese mismo distrito, el empresario de 50 años, Eusebio Malvaseda Ramos, dedicado al transporte de carga, también fue asesinado delante de su familia.
Jefe del gabinete llamó a que las juntas vecinales "ayuden a la Policía y a las Fuerzas Armadas" contra la inseguridad ciudadana. Foto: composición LR/PCM/La República
Lo mismo pasó con el suboficial técnico de segunda PNP, Dilbert Pedro Vergaray Luján, cuando estaba en una camioneta en Comas. Taeykwong Romario Fernández Soto (24), estudiante universitario, retornaba a casa en una cúster, por El Agustino, cuando fue ultimado.
Estos son nombres y vidas reales en distintas situaciones cotidianas en Lima y Callao, pero con un mismo final trágico: morir por la inseguridad.
Los videos se difunden de forma masiva a diario en las redes sociales y generan conmoción. Asaltos, robos, sicariato, extorsiones y ataques con armas de fuego en locales comerciales. Gente agredida a golpes en la calle mientras le arrebatan sus celulares y pertenencias.
Todos estos delitos ocurren pese al estado de emergencia por 45 días decretado por el gobierno el pasado 2 de febrero, prorrogándose por la misma duración el 20 de marzo y extendiéndose, finalmente, el 4 de mayo por el mismo período.
Pese a que al Gobierno ha reiterado que la seguridad es una prioridad, las cifras muestran que siguen siendo alarmantes.
Los crímenes, cuyos autores tienen la intención de quitar la vida a una persona, se dan casi a diario en el período analizado. Los sicarios también están descontrolados.
Este año se han registrado 466 denuncias por asesinatos y tentativas de homicidios.
De acuerdo con el coronel Víctor Revoredo, jefe de la División de Homicidios de la Policía, en lo que va del año han ocurrido 115 crímenes por sicariato, solo en Lima metropolitana. Durante todo el año pasado hubo 478 asesinatos por encargo.
En estos asesinatos estarían operando delincuentes extranjeros que matan “por un sencillo”. “Hasta hace unos cinco años un sicario peruano podía cobrar 10.000, 20.000 o 50.000 soles, dependiendo del cliente y el ‘paciente’ (víctima). Ahora hay delincuentes venezolanos que matan en el país por 500 soles y hasta por 200″, asegura el coronel (r) Jorge Mejía Asanza, exjefe de la División Antisecuestros.
En los primeros tres meses del año, se han registrado 30.568 denuncias por delitos contra el patrimonio en Lima y Callao; mientras que en el 2021 hubo 33.466, según el Sistema de Denuncias Policiales de la PNP. Es decir, hubo un descenso bien bajo de tan solo 8.7%.
Ese periodo no fue nada auspicioso en un rubro que hace décadas es desesperante. Entre enero y marzo hubo 14.923 hurtos y 9.758 robos en la capital.
“La medida del estado de emergencia es buena, la falla está en la ejecución. No se realiza como debe ser, la frecuencia del patrullaje de las Fuerzas Armadas no es continua. El que dice que está bajando el índice de criminalidad está mintiendo”, afirma el coronel Mejía.
Toda esta situación demuestra que la inseguridad no ha descendido mucho sino al contrario, está cada vez más violenta en Lima y Callao. El Gobierno debe entender que esta es la mayor prioridad de la población.
Respuesta. Según el Mininter, al día 89 del estado de emergencia en Lima metropolitana y Callao se realizaron 44.766 operativos y 10 megaoperativos.
Detenidos. Hubo 25.709 detenidos, se incautaron 390.909 soles, se confiscaron 106 kilos de clorhidrato, 50 de PBC y 521 kilos de marihuana.
Diario. Hasta marzo último se reportaron 11 delitos por hora en promedio en todo el Perú.
En 8,7 % se redujo la tasa de denuncias por delitos a diferencia del 2021.
9.758 robos se han denunciado en Lima de enero a marzo.