Cuatro nuevos focos de la minería ilegal en Madre de Dios no solo amenazan a las comunidades nativas de Puerto Luz y Barranco Chico, sino también a la zona de amortiguamiento de la Reserva de Tambopata y a las áreas agrícolas dentro del corredor minero, según el último informe de la plataforma de Monitoreo de Minería Satelital con Imágenes de Radar (RAMI).
El incremento de la minería ilegal, deforestación y el hostigamiento que sufren las comunidades nativas ha hecho que las autoridades denominen a esta zona como la ‘Nueva Pampa’. En Puerto Luz, así como en el área de la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri, y fuera de concesiones mineras, la pérdida es de 0.2 hectáreas. En Barranco Chico y fuera de las concesiones mineras, se ha detectado una pérdida de 0.5 hectáreas.
En la reserva de Tambopata, en el límite del corredor minero se ha perdido 1.5 hectáreas.
También se ha detectado pérdida de cobertura de bosque por minería en zonas cercanas a las áreas agrícolas dentro del corredor minero.
Para la exfiscal en materia ambiental Karina Garay, el Estado no está cumpliendo la política de luchar contra la minería ilegal. “Están ‘echando al tacho’ el trabajo realizado en 2019 y 2020 en Madre de Dios. Vemos el retorno de la minería ilegal a La Pampa, además en otras zonas del corredor minero (donde la minería es formal), con ello se evidencia que una prórroga al proceso de formalización no es la solución, por lo contrario, esta estaría promoviendo una minería al margen de la ley”, dijo.