En La Entrevista, Paola Ugaz conversó con Joseph Zárate, periodista y escritor, quien lamentó la inacción del Congreso en torno a la creación de una comisión investigadora por el caso Repsol.
Luego de lo que ha pasado en Ventanilla, ¿ves que hay una conciencia más grande sobre la importancia del medio ambiente?
Una parte optimista de mí, que es la menor, cree que sí. Este desastre ecológico ocurrido en Ventanilla no solo está indignando a la población peruana; sino creando conciencia mayor del impacto no solo ecológico, también social y económico en la vida de los más vulnerables como los pescadores.
Sin embargo, hay otro asunto que tiene que ver con esta indignación muchas veces selectiva. A veces esperamos a que sucedan estos acontecimientos terribles, que revienten en nuestra cara, en Lima, para recién despertar, para darnos cuenta de que estas cosas vienen ocurriendo desde hace décadas.
Entre el 2000 y 2019, según un informe de la Coordinadora de Derechos Humanos, han ocurrido 474 derrames de petróleo en la selva peruana. Mientras todos estábamos en cuarentena, solamente entre enero y agosto ocurrieron otros ocho derrames más. Y yo no he visto movimientos de indignación por eso.
La pregunta es: ¿por qué sentimos menos empatía por estas tragedias que vienen sucediendo hace mucho tiempo en una zona que también es el Perú? No estoy diciendo que esté mal que nos indignemos ante lo ocurrido en Ventanilla; sino que hay un patrón que se repite, donde hay empresas que no asumen su responsabilidad, dan información falsa, errónea o echan la culpa a las comunidades de sabotear las tuberías, en la selva pasa siempre.
Lo que falta es conocimiento, ¿cómo, desde el periodismo, podemos contar esta historia para que la gente sepa lo que hay que pedir a las autoridades?
No voy a dar una fórmula, te puedo hablar desde mi experiencia. Lo que intento hacer cuando ocurre una tragedia como esta es estar ahí, ir a preguntar, hablar con la gente.
Una de las cosas nuevas es que muchos colegas han ido a la zona y no solo a hablar con las autoridades, la gente de la empresa; sino ir con la gente afectada como pescadores, trabajadores. Contar cómo este desastre ecológico impacta en la vida emocional, personal, económica de estas personas.
Cuando la gente escucha hablar de derrame de petróleo, no sé si tiene claro qué significa eso, es como una abstracción. Entonces el periodismo debe dar cosas concretas y eso es el impacto humano.
La presidenta del Congreso ha dicho que hay tres comisiones, pero el diario La República lo ha desmentido. Hasta ahora ningún funcionario de Repsol ha ido a dar explicaciones.
No tengo evidencias para decirlo, pero claramente se ve que no hay ninguna preocupación o una urgencia en que esto se resuelva de manera transparente. De por sí, Repsol tiene una imagen manchada, manchada de petróleo.
Las respuestas son lamentables diciendo que lo que han hecho se puede resolver, que no pasa nada, pero quién resucita a los animales muertos, quién va a devolver los recursos de alimentación. No se va a resolver en una semana, va a pasar meses e, incluso, años para que ese ecosistema vuelva a ser como era antes.
Me parece indignante que los que nos representan en el Congreso no levanten la voz, no generen esta comisión para investigar, no presionen a la empresa para que dé su descargo.