La noche del 15 de setiembre del año pasado, el jirón Loreto, en la región Callao, fue testigo de cómo un sicario acribilló a una mujer embarazada de 30 años en la puerta de su vivienda.
Desde entonces, mientras los deudos exigían justicia, agentes del Departamento de Homicidios de la Divincri del Callao le siguieron los pasos al ejecutor, hasta su captura, hecho que se produjo el reciente 7 de enero.
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De acuerdo a la información policial y fiscal, se trata de un adolescente de 16 años, quien disparó contra la mujer como una venganza. El menor no contó con que la víctima y personas que vieron la escena lo reconocieron, y fue gracias a sus respectivos testimonios que pudieron dar con él.
“Dos testigos con clave estuvieron cuando se suscitó el hecho. De la misma manera, existe un testigo presencial, quien vio cuando el menor llegó al lugar y cometió el ilícito penal. La propia víctima, antes de fallecer, lo sindicó como el presunto autor, ya que estaba con la mascarilla a la altura de la barbilla y pudo ver su rostro”, declaró un vocero policial a América TV.
El coronel de la Policía también detalló que el joven difundía en redes sociales fotografías en las que se mostraba armado durante reuniones y contaba con investigaciones en su contra.
A los 14 años, fue acusado por infracciones relacionadas a violencia física, lesiones dolosas y robo agravado.
Tras su detención, el menor fue trasladado al Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, en San Miguel, también conocido como Maranguita, espacio donde esperará a que se determine su responsabilidad en el referido caso.