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Sociedad

Hernando Cevallos: “Necesitamos que los congresistas se coman el pleito y que salgan a luchar por la vacunación”

El ministro de Salud detalla lo que se viene con respecto a la lucha contra la pandemia y exhorta al Congreso y a las organizaciones sociales a darles una mano.

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Pedido. Ministro de Salud exhortó al Congreso y a las organizaciones sociales a darles una mano. Foto: Antonio Melgarejo/La República

El ministro de Salud detalla lo que se viene con respecto a la lucha contra la pandemia.

El 2020 fue el inicio de la pandemia, el 2021 el año en el que llegaron las vacunas. ¿Qué se espera que sea el 2022?

Yo espero que sea el año donde la humanidad pueda derrotar la pandemia, donde podamos dar vuelta a la página y se pueda imponer una mejor normalidad todavía de la que hemos tenido. Sabemos que la perspectiva de la pandemia tiene un nivel de incertidumbre porque todavía tenemos un porcentaje importante de la humanidad sin vacunar, pero creo que se sigue avanzando y si logramos niveles de inmunidad mayores es probable que superemos esta etapa.

¿Lo dice teniendo en cuenta que expertos señalan que ómicron podría ser el inicio del fin?

Además de esta variante pueden surgir otras. No necesariamente menos letales; sin embargo, sí podremos tener la certeza de que ante las variantes y el avance de la vacunación dos hechos son incontrastables: las vacunas sí nos protegen de agravar y morirnos, y también que disminuyen el grado de contagio. Esto abre una esperanza para la humanidad. Si aceleramos la vacunación, si actuamos con responsabilidad, las posibilidades de ir cercando al Covid-19 son altas para la humanidad.

Hablando de avances, acabamos de llegar, prácticamente, al 80% de la población objetivo completamente vacunada...

Así es. Esto significa para el pueblo peruano dos cosas: la primera, una perspectiva de mayores posibilidades de defensa frente a la pandemia, circularía menos el virus, nos permitiría un control en el manejo sanitario más ordenado, pero también significa otra cosa muy importante, que no se valora lo suficiente, y es la cifra de quienes se han salvado a partir de la vacunación.

¿Hay un estimado?

Por supuesto. El primer estimado que hacíamos en agosto que podía haber en una tercera ola, en un peor escenario, era de 130 mil fallecidos (...). A partir de la vacunación este escenario ha sido revisado y esta proyección, que han hecho los expertos del ministerio y del CDC, es de 11.076 fallecidos. Comparándolo con el pico de la segunda ola es un abismo. Lo que se tiene que valorar es cómo el avance de la vacunación ha salvado miles de vidas.

Respecto a ese avance en la vacunación, ¿cuál es la siguiente meta y para cuándo?

En el tema de la pandemia es un área específica donde necesitamos las dosis de refuerzo, por un lado, que estamos avanzando. Estamos pasando los 4 millones de personas con dosis de refuerzo en nuestro país. La mayoría son personas vulnerables y de primera línea. Queremos fortalecer esta dosis porque sabemos que esto protege y evita mayor cantidad de contagios y, además, la vacunación para los niños (para la que) ya tenemos fecha de llegada de las vacunas y fecha probable de inicio.

Pero, por el momento, ¿no hay una meta precisa de personas con dos dosis?

Estadísticamente, en el mundo el 80% es una cifra objetiva. Si podemos subir al 85% o al 90% sería mucho mejor. Es más complicado porque tenemos ya que romper la resistencia de los antivacunas. Son lugares sumamente alejados del país, zonas rurales alejadas, donde nosotros no vamos a bajar la guardia. Vamos a seguir luchando por la vacunación de esos sectores, pero sabemos que es mucho más lento avanzar en estos sectores. (No obstante), nosotros aspiramos a pasar el 85% y llegar al 90% de la población con dos dosis.

¿Se estima para cuándo?

Nosotros esperamos que en los próximos dos meses debemos estar ya en el 90%.

Hay más de 3 millones de personas que no han recibido ninguna dosis y no todas son antivacunas. Hay comunidades nativas a donde no han llegado las brigadas de inmunización.

El Minsa ha llegado a casi todos los rincones del país. Por supuesto que hay algunos lugares de nuestro país que son casi inaccesibles a veces. Para viajar a algunas zonas donde están las tribus originarias son 15 días de viaje por deslizador y por tierra.

¿Todavía no han llegado ahí?

De hecho, yo mismo, como ministro de Salud, he llegado hasta las tribus matsé y he llegado porque hemos podido conseguir un microavion y después un deslizador porque por tierra son como 20 días de viaje. Hemos llegado y nos hemos reunido con una importante cantidad de tribus, de apus, y hemos llegado con las brigadas de vacunación. Nos hemos encontrado con que efectivamente las creencias religiosas, algunas veces, otras veces creencias ancestrales, dificultan que ellos accedan a la vacunación. (A veces) llegamos y vacunamos de las 300 personas que estaban ahí a 10 personas, entonces es muy complicado volver a ir porque las brigadas no se desplazan fácilmente. ¿Nosotros hemos renunciado a eso? Claro que no hemos renunciado y vamos a seguir yendo hasta convencerlos de que necesitan vacunarse. Vamos a, seguramente, tardar un poco más porque hay que convencerlos, porque hay que debatir con ellos porque ellos necesitan superar creencias que son muy duras, pero, bueno, eso es parte del trabajo del Ministerio de Salud.

¿Pero actualmente ya se está trabajando en eso?

Por supuesto, claro que sí. Hemos incrementado nuestra vacunación en estos lugares, no con la velocidad que hubiéramos querido porque no les podemos obligar tampoco, pero hay que seguir insistiendo. Ahora, esto se mezcla con una campaña de desinformación de la vacuna que se ve hasta en redes.

Usted hace mención del tema religioso. Hay grupos de esta clase en estas zonas que, precisamente, desinforman. ¿Qué se está haciendo sobre eso? En general, hay bastantes grupos y hay manifestaciones, que pareciera a ratos que se vuelven un poco más fuertes, que son antivacunas. Sobre esto se ha señalado que el Minsa no actúa con la fuerza que debería para hacerle frente a estas personas, ¿qué opina de ello? Pues incluso hemos visto a un médico y excongresista hablar en contra de las vacunas.

Yo creo que es injusto decir eso. Es verdad que siempre se puede mejorar el trabajo, nosotros lo tenemos claro eso, nosotros somos muy ambiciosos en la defensa de la salud pública, pero digo que es injusto porque justamente uno de los esfuerzos más grandes que ha hecho el Ministerio de Salud es acercarse a la gente, comunicarse con ella. Nosotros cambiamos la estrategia y dijimos ‘vamos a buscar a la gente’. Hemos ido casa por casa, por ríos, lagos, por los caminos más difíciles. Los trabajadores de salud (están) hablando con la ciudadanía. El Perú tiene 34 millones de habitantes, Ecuador tiene 19 millones, ¿no? Y ellos tienen menos porcentaje de población vacunada que la nuestra, pero nosotros somos casi un 60% más de población que Ecuador. Igual pasa con Chile. Chile es el país que, porcentualmente, para su población más ha vacunado en América Latina, pero Chile tiene mucho menos habitantes que él Perú y una cosa es vacunar en Chile, vacunar en Uruguay, vacunar en Argentina, que vacunar en el Perú. O sea, la geografía del Perú y la densidad poblacional nuestra hace que este 80% que hemos logrado sea realmente un éxito con muy pocos precedentes.

VACUNACIÓN

Claro, pero la crítica era más hacia el actuar del Minsa contra los antivacunas.

Claro. A lo que me refiero es que no solo es el avance, sino que para llegar a esta cifra hay que convencer a la gente, hay que hablar con la gente, hay que tener una estrategia para llegar a los más jóvenes, para llegar a los más ancianos y convencerlos de la importancia de la vacunación, entonces este 80% no se da solo por el despliegue de las brigadas, se da porque el mensaje del Ministerio de Salud ha llegado a los lugares más dispersos (…). ¿Nos falta? Claro que nos falta. Queremos llegar a más gente, queremos llegar al 100% de la población. ¿Queremos llegar a mas lugares? Claro que queremos y vamos a hacerlo. Tenemos que seguir mejorando nuestros mensajes para llegar a los sectores más duros, que tienen más influencia en temas religiosos y ancestrales, y lo vamos a hacer porque lo vamos a hacer.

Pero, por ejemplo, el rechazo hacia la vacuna Sinopharm fue generada por una campaña de desinformación, incluso por parte de un medio de comunicación y también por un actual congresista. Sin embargo, ¿ahí no se consideró que se debió hacer algo más para hacerle frente al tema?

Bueno, nosotros hicimos una intensa campaña y logramos imponernos (…). Logramos vacunar a millones de personas en todo el país y eso nos salvó de la muerte a muchos de nosotros.

¿Para el 2022 hay algo planificado en cuanto a la lucha contra la desinformación?

Hay dos cosas para el 2022: primero, debemos insistir. Además, el desarrollo de la pandemia nos va dando la razón. Van pasando los meses y no hay ninguna complicación con las vacunas, no hay deformaciones con los recién nacidos, como se decía, no hay ningún chip que le pongan a la gente. La historia nos va demostrando también que el que no está vacunado es 20 veces más vulnerable que el que tiene la vacuna. Pero el tema de la pandemia nos ha mostrado una realidad más crítica todavía, que es una necesidad de una profunda reforma en el sector salud. Esto significa revisar desde nuestros presupuestos en salud, nuestra política de recursos humanos, la unificación del sector, de no trabajar dispersos, el fortalecimiento del primer nivel de atención, una política de medicamentos nueva. Es decir, necesitamos replantearnos la urgencia de que la salud sea un derecho en el país, no como ahora. Entonces tenemos que trabajar con una proyección más fuerte, más permanente en el Ministerio de Salud hacia la comunidad, con un criterio de territorialidad, luchando mucho más decididamente por la promoción y la prevención en la salud. Hay que ir casa por casa. Nos hemos encontrado con un porcentaje casi mayoritario de la población que llegaba a cuidados intensivos y no tenía conocimiento de las enfermedades que podían agravarla. No sabían que tenían hipertensión, no sabían que tenían diabetes, no sabían que tenían obesidad, no sabían que tenían enfermedades crónicas y terminaban en UCI, entonces ¿por qué es que nuestra población no previene las enfermedades? Porque no hay una política de prevención en el país y eso es parte de la reforma. Hemos empezado la reforma sistematizando la descentralización en la pandemia y lo hemos hecho, en mi opinión, de manera buena, o sea hemos logrado pasar de acciones aquí en Lima centralizadas a hacer una desacralización en todo el país.

Ante el incremento de casos, ¿se continúa reforzando el primer nivel de atención?

Tenemos más de 3 mil camas en centros de aislamiento, necesitamos también tener mayor cantidad de concentradores de oxígeno. Afortunadamente hemos crecido, tenemos más de 400 plantas funcionando y tenemos que mejorar nuestra cantidad de camas UCI. Actualmente, tenemos 3.700 en todo el país.

¿Cuál es la meta?

Hemos comprado y esperamos 600 camas UCI. Lo nuestro es llegar a 5 mil camas UCI.

¿Para cuándo?

Entre enero y febrero. Ahora, este no es el problema central porque si vienen 200 mil contagios no vamos a poder controlarlo. Es imposible para nosotros. La estrategia, además de fortalecer nuestros hospitales, es evitar los contagios porque tenemos un déficit que no lo podemos resolver tan fácilmente, que son los recursos humanos. Sin ninguna duda, y tenemos que decirlo: tenemos que evitar los contagios. ¿Cuál es el pilar para evitar los contagios? La vacunación. Si logramos acercarnos al 90% para febrero vamos a tener menos posibilidades de necesitar camas UCI para la gente.

¿Ese 90% para febrero incluye a los niños de 5 a 11 años también?

Sí, incluye, por supuesto, a los menores de 5 a 11 años.

El alza de casos tiene semanas en algunas zonas. ¿Se puede hablar de una tercera ola?

Es muy discutible porque el ascenso es leve todavía, moderado en muchos lugares, no es uno parejo en todo el país. Lo que sí podemos hablar es que hay un rebrote de casos en varias zonas.

¿Qué tendría que pasar para llamarla tercera ola?

Un ascenso más brusco.

¿A nivel país?

A nivel país o de alguna de las regiones. Por ejemplo, en el norte, la semana pasada había un alza de casos, pero ya entramos a una meseta, por eso tampoco queremos generar alarma, pero sí alertar a la población.

¿O sea sí hay una alta posibilidad de que se produzca una tercera ola al paso que vamos?

Sí, claro que sí. Existe siempre una alta posibilidad de que tengamos un aumento brusco.

¿En estas próximas semanas?

Lo que puede pasar en enero va a ser muy importante para poder tener una evaluación.

¿Según los resultados de las fiestas?

Bueno, las fiestas son un referente negativo, pero que nos puede indicar qué impacto puede tener esta movilización social de fin de año sobre las sanidades.

¿Se piensa anunciar alguna restricción eventualmente teniendo en cuenta el alza de casos? Se ha visto uno brusco de una semana a otra en varios distritos.

En este momento lo que estamos haciendo es estar en permanente alerta. Estamos siguiendo todos los casos y esperemos que el impacto de las fiestas no nos desborde sanitariamente y nos obligue a tomar otro tipo de decisiones. En este momento no están tomadas.

Playas en Lima

¿A mediados de enero ya se vería qué más se va a hacer?

Para mediados de enero lo que estamos haciendo de aquí es fortalecer todo el aparato sanitario que tenemos con todo lo que tenemos, reforzar la vacunación con toda la fuerza que podamos, redoblar los mensajes que usted bien dice que hay que seguir insistiendo para que la gente se vaya a vacunar y se ponga la dosis de refuerzo.

¿En algún momento se piensa exigir el carne de vacunación a los mayores de 12 años?

Es probable. En este momento estamos planteándonos a los de 18 a más, pero en su momento, de acuerdo a la marcha de la pandemia, tendremos que tomar seguramente algunas decisiones de control de mayores de 12 años.

¿Cuándo sería ese momento?

Veremos. Por ahora, por ejemplo, para la asistencia a clases es una recomendación tener las dos dosis, pero de acuerdo a la marcha de las vacunas podemos tomar otras decisiones.

Sobre la dosis de refuerzo, solo cerca del 30% de aptos la ha recibido. ¿Qué hará el Minsa?

El mensaje del Minsa en todos lados es que completemos las dos dosis y vayamos a aplicarnos el refuerzo. Está en todos los idiomas, se hace el esfuerzo, se le da prioridad, pero ¿es tarea solo del ministerio?

¿Quiénes más deben salir?

Todas las organizaciones sociales. La lucha contra la pandemia no puede verse como un problema que solo es del Minsa. Por ejemplo, necesitamos que los congresistas se coman el pleito, que -como representantes de sus regiones- salgan a luchar por la vacunación, por la dosis de refuerzo, muchos lo hacen.

... Pero tenemos a algunos del partido oficialista que se han opuesto a las restricciones.

Sí, claro. Es una minoría, afortunadamente. La mayoría de los congresistas, en mayor o menor medida, están de acuerdo con apoyar la lucha contra la pandemia y por la reforma del sector salud. Necesitamos un nivel de compromiso bastante mayor porque estamos jugándonos no solo el futuro sanitario del país, sino el futuro económico.

Hablando de futuro económico, ¿usted se ha reunido con la Confiep, entre otros grupos, para hablar de este tema?

Sí y yo tengo que decir una cosa: yo soy un hombre de convicciones de izquierda, yo aspiro a cambios profundos en el país, a un país más equitativo, igualitario, pero tengo que reconocer que de parte del empresariado yo he encontrado una buena recepción en la lucha contra la pandemia. Yo me he reunido con la Confiep, hemos conversado, hemos coincidido en dos cosas: hay que defender la vida y la salud porque, además, sin salud no hay economía, y lo mismo me ha pasado y de manera muy satisfactoria con los gerentes y gestores de los malles del país (…). Quisiéramos que realmente nos jugáramos todos por terminar con esta pandemia en el país porque esta es una lucha de todos, realmente es una lucha de todos y no puede haber egoísmos de ningún tipo.

En cuanto a una segunda dosis de refuerzo, usted no la ha descartado, pero ¿se está pensando más la idea? En Israel ya la están aplicando a algunos grupos.

Nosotros vamos a proteger a nuestra gente cueste lo que cueste.

Eso es un sí entonces…

Si necesitamos la cuarta dosis la vamos a poner porque, además, ya tenemos aseguradas las vacunas. Nosotros sí hemos asegurado las vacunas y las tenemos comprometidas, y si las necesitamos el pueblo peruano puede estar tranquilo que tenemos las vacunas. Tenemos suficiente para una cuarta dosis y, además, vacunas que están demostrando tener una alta eficacia.

Y, por el momento, ¿se están haciendo más contratos?

No. Tenemos el problema más bien de contratos que se han celebrado en el mes de febrero, que son contratos, la verdad, muy desfavorables y que tuvieron que firmarse con algunas corporaciones que venden las vacunas. Ahora, ese contrato no especifica de manera taxativa la fecha en la que tienen que venir las vacunas, entonces cuando necesitábamos las vacunas, esas vacunas no llegaban. Tuvimos que apelar a donaciones y recién esas vacunas están llegando en el mes de enero, entonces no es realmente la programación que nosotros tenemos de vacunas. Incluso se nos condiciona para poderlas donar. Nosotros hemos recibido vacunas en donación y se nos condiciona que no podemos donar. Yo no puedo dar más detalles del contrato porque son contratos confidenciales, pero lo cierto es que son contratos que a nosotros no nos han permitido negociar en las mismas condiciones. Mira, estoy hablando de contratos que no hemos firmado nosotros.

Son del Gobierno anterior...

Son del Gobierno anterior, pero yo entiendo que el Gobierno debió firmarlas para asegurar que lleguen vacunas al país. Muchas llegaron en el momento en que se necesitaban, otras no llegaron y, bueno, como está el contrato firmado, pueden llegar en enero, y en enero esas vacunas no nos van a ser todo lo útiles que queremos porque están fuera de la programación de la vacunación que nosotros establecemos. Lo que queremos es tratar de donarlas. Lo que queremos es que el laboratorio nos permita hacer esas donaciones para que no se venzan.

¿Se tiene idea a que países se donaría?

Hay países de otros continentes que no tienen.

África, por ejemplo…

África, sobre todo.

¿Esto están considerando?

Por supuesto. De hecho, nosotros ya hemos cursado una serie de cartas diciendo para qué países tenemos vacunas para entregar en caso ellos aceptaran, pero para eso tenemos que tener el visto bueno de la empresa.

Respecto a un ofrecimiento para ser premier, ¿aceptaría?

No está en este momento en mi agenda personal el ser premier. Yo en este momento, lo digo con toda sinceridad, tengo una enorme preocupación por los temas sanitarios y de la pandemia. No ha habido ninguna conversación con el presidente sobre eso.

¿Por más que le ofrezcan el cargo diría que no por ahora?

Es que no me han ofrecido (…) y esto tampoco está en mi agenda. De verdad, en el Ministerio de Salud todavía hay mucho por hacer, es extenuante, es un trabajo de 24 por 7, de constante preocupación. Justo pasa esto de la influenza, cómo está marchando la vacunación, cómo está marchando la cantidad de fallecidos en el país, esto de ómicron, cómo vamos con la agenda de los trabajadores también. Es una agenda bien complicada. Mi compromiso con el presidente ha sido luchar contra la pandemia este año, hacer todo lo posible por apoyarlo en su gestión, pero es complicado el trabajo en el ministerio. Estamos tratando de hacer lo mejor posible con todos los errores que podamos tener. Creo que el logro en la lucha es un logro de verdad histórico, salvando vidas. Nunca se le va a poder agradecer a los trabajadores de la salud.

Me menciona errores, ¿a cuáles se refiere exactamente?

Errores en comunicar mejor las cosas a la población tal vez, lograr que la participación social de la comunidad sea más fuerte, más sólida, más permanente. No lo sé, lograr avanzar en el tema de infraestructura (…). Uno recorre los hospitales y ve el maltrato a los usuarios, a los trabajadores de salud, la falta de medicamentos…