No va más. Pese a sus intentos por la vía administrativa y judicial, la Universidad Privada Telesup, de propiedad del controvertido congresista José Luna Gálvez, ha dejado de dictar clases desde el 12 de octubre último y ya no lo hará más, cumpliendo con su plan de cese de sus actividades por no obtener el licenciamiento de la Sunedu el pasado 24 de mayo del 2019.
Así, los más de 2.000 alumnos que se mantuvieron en esa institución, de un total de 20.000, cursaron el semestre académico 2021-II hasta el 12 de octubre en las facultades de Ciencias Administrativas y Contables; Salud y Nutrición; Ingeniería y Arquitectura; y Derecho y Ciencias Sociales. Ellos tuvieron que estudiar, incluso, los días sábados y domingos ante ese periodo tan ajustado.
De esta manera, se ha cumplido con el cierre progresivo, según las normas vigentes de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Lo que sigue ahora es que Telesup siga emitiendo los grados y títulos a sus egresados por dos años más; es decir, hasta el 12 de octubre del 2023. Después será solo historia, a menos que haya novedades.
Al respecto, el rector de la Universidad Telesup, Félix Murillo, calificó este hecho como “de discriminación e injusticia”.
Murillo señaló que Telesup intentó acogerse a la ampliación excepcional por tres años más del plazo del cese de actividades de las universidades no licenciadas, según la resolución del Consejo Directivo n.° 044-2020-Sunedu/CD. No obstante, su pedido fue rechazado por la Superintendencia por hallarse en constante rebeldía.
“Nos respondieron que no nos dieron por tres circunstancias: que no cumplimos con las obligaciones del proceso de cierre, que no informamos oportunamente nuestra intención de acogernos a esta extensión de plazo y que no sustentamos el plan de operaciones (plan institucional y financiero). Pero es falso que hayamos incumplido”, explicó el rector Murillo.
Según él, sí presentaron documentos, aunque de forma diferida. “Buscamos extender el plazo por un año más (para seguir dictando clases). Hemos presentando un recurso de apelación, pero seguro nos denegarán”, dijo. Agregó que desde el 2019, casi 5.000 estudiantes egresaron y 3.000 se trasladaron a universidades licenciadas.
Telesup, en su sede de San Juan de Lurigancho, construyó una pared que simulaba siete pisos. Foto: Andina
Murillo brindó estas explicaciones durante una reunión con congresistas de la Comisión de Educación, a la que fueron otros rectores de universidades no licenciadas. Allí, con la venia de los legisladores fujimoristas Raúl Huamán y Tania Ramírez, manifestó que lo inviten a participar “en acciones conjuntas de confrontación a la Sunedu, que tanto daño ha hecho al país”.
Hay que indicar que Telesup no pierde las esperanzas, ya que el mismísimo presidente de la Comisión de Educación, Esdras Medina, ha presentado un proyecto de ley para darle una nueva oportunidad a las 51 universidades no licenciadas. En el Congreso se mueven intereses.
El jefe de la Sunedu, Oswaldo Zegarra, afirmó que Telesup es la única universidad que se ha mostrado en rebeldía. Por eso no accedieron a la ampliación excepcional. Dijo también que en al menos tres medidas cautelares, el Poder Judicial les dio la razón.
Zegarra precisó que las 51 universidades no licenciadas pueden participar en un nuevo licenciamiento, tras cumplir su cierre; sin embargo, advirtió que los indicadores son más exigentes bajo el “modelo 1.5″. En el caso de Telesup, la situación es difícil. Debería cambiar de razón social.
Lamentó la posición de algunos congresistas que buscan boicotear la reforma universitaria.