Al momento no se descubre qué motivo a Giancarlo Paolo Sánchez Suárez para matar y descuartizar a su amigo, Gerber Luiz Coz Vara, en la víspera del cumpleaños de este segundo. Las últimas 24 horas de vida del infortunado taxista bien podrían formar parte de una cruel película. Sin embargo, su historia es real, como la de su familia que ahora llora su muerte inesperada.
El asesino fue detenido la tarde del sábado, en San Juan de Miraflores (SJM), cuando estaba conduciendo la camioneta RAV 4x4, color beige, de placa AEW- 259, con la que Gerber Coz trabajaba por aplicativo.
Inicialmente, trató de negar su participación en el crimen, manifestando que solo le encargaron el cuidado del vehículo.
Sin embargo, ante las evidencias acumuladas por la División de Homicidios no tuvo otra opción que confesar: “Sí, yo lo maté, seccioné el cuerpo, lo quemé y arrojé las partes en Cieneguilla. La cabeza la enterré en el patio de mi casa”, narró en presencia de su abogado y de un fiscal.
La República reproduce los pasos de Sánchez Suárez desde la invitación a su amigo hasta el asesinato que no solo sacudió a la familia Coz Vara, sino a los limeños, con un crimen sobre el que aún hay demasiadas incógnitas.
Según la manifestación del asesino confeso, el 14 de setiembre llamó a Gerber y le dijo que lo esperaba en su casa para celebrar por adelantado el cumpleaños de este último.
Gerber Coz salió en su camioneta y llegó hasta el jirón Enrique Oppenheimer 980, a la altura de la Municipalidad de San Juan de Miraflores. Bebieron licor y cenaron juntos. “De pronto discutimos y hubo una pelea. Terminé matándolo”.
Esa misma noche planificó cómo deshacerse del cadáver. Cogió un cuchillo, un instrumento acerado y lo cercenó. Los restos fueron colocados en bolsas. Recién la madrugada del 18 de setiembre trasladó los pedazos hasta la zona de Río Seco, en Cieneguilla, en la misma camioneta de la víctima.
Ese mismo día, los lugareños encontraron en tres puntos las extremidades y el torso, desperdigados en distintos lugares. Pero faltaba la cabeza.
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“Está enterrada en el patio de mi casa, dentro de un balde que coloqué dentro de una mochila y lo cubrí con concreto”, confesó la noche del sábado.
Un juego de llaves y otros objetos personales fueron las piezas claves que permitieron a su familia identificarlo. El titular del cuarto despacho de la Primera Fiscalía Provincial Penal de Cieneguilla dispuso entonces que la División de Homicidios asumiera las investigaciones.
Se solicitó a la Diprove la ubicación y captura de la camioneta robada a la víctima. El sábado Giancarlo Sánchez Suárez fue intervenido conduciendo dicho vehículo por las inmediaciones de la avenida Pachacútec. El asesino había caído tras permanecer 19 días prófugo.
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Ahora, los familiares de la víctima exigen justicia.
Familiares de Gerber Coz Vara llegaron a Lima desde Huánuco. Foto y Video / Jessica Merino - URPI
Paúl Coz Vara (23) dijo que su hermano se dedicaba a laborar como taxista por aplicativo y era padre de cinco hijos.
Indicó que, tras hallar las llaves en el lugar de los restos, se dirigieron hasta la vivienda que la víctima alquilaba en el sector de San Gabriel, en Villa María del Triunfo (VMT). “Abrimos la puerta de la casa y la cochera. Eran sus llaves”, precisó.
Gerber Luis había comprado su camioneta hace dos años para ganarse la vida honestamente. Que no quede impune.