No respetan la programación. A pesar de que viven en la capital y que pueden recibir su vacuna ahí, varios residentes de Lima han viajado hasta Ica, principalmente a la provincia de Chincha, para inmunizarse contra la COVID-19. La mayoría acude a esta localidad, una de las más golpeadas por la pandemia, para buscar las dosis del laboratorio Pfizer, aunque existan evidencias de la seguridad y efectividad de la de Sinopharm.
Según las primeras estimaciones de la Diresa de Ica, en una semana se ha registrado entre 100 y 110 casos de ciudadanos domiciliados en Lima en varios de sus vacunatorios. Ellos presentan recibos de servicios básicos o referencia de su centro laboral que aparentemente acreditan su estancia en la región. “No se les puede negar la vacunación, no hay una norma que lo disponga. Pero pedimos a la población que no se desespere, no es necesario viajar. Todas las vacunas son seguras”, refirieron a este diario.
Esta última semana hubo largas colas en el vacunacar del colegio Ada Byron, en Chincha, conformadas en su mayoría por grupos de jóvenes provenientes de distritos como Surco, Puente Piedra y Comas. Según argumentaban, necesitaban la dosis de Pfizer porque viajarían al extranjero. No obstante, cada vez más países, como ha ocurrido recientemente con Suiza, ya aceptan la vacuna Sinopharm.
Perú aplicó más de 23 millones de dosis contra la COVID-19. Foto: Minsa
El director del hospital San José de Chincha, Richard Sifuentes, señaló que en la provincia se registró una vacunación “masiva” de limeños, cuya llegada no estaba prevista. “Casi el 80% de vacunas aplicadas ha sido para un grupo que ha llegado de Lima”, dijo a RPP.
La mayor afluencia, incluso motivada por personajes mediáticos o influencers, ha sido identificada por la Diresa en los últimos 10 días, justamente cuando empezaron a aplicar la vacuna Pfizer a grupos menores de 30, a la par de Lima. Esto, incluso, se ha evidenciado en la alta demanda en los terminales terrestres de Chincha.
Esta situación genera gran malestar en los ciudadanos de Ica, quienes piden que se amplíe el grupo etario. El viceministro de Salud, Gustavo Rosell, dijo que no pueden decidir dónde se vacuna cada persona, aunque la idea es que lo hagan en su región. “Aún hay gente que cree que una vacuna es mejor que la otra”. Por su parte, la jefa de inmunizaciones, Gabriela Jiménez, sugirió no viajar para llevar un registro ordenado. Pide que se respete la programación.
De febrero a agosto, de 2.491 hospitalizados con ambas dosis de Sinopharm, falleció el 0,80%. De 8.874 con Pfizer, la tasa fue 2,46%, según Percy Mayta Tristán.