Zaida Tecsi
El proyecto de “Ley que declara de interés nacional y necesidad pública el traslado de la sede del Ministerio de Cultura a la ciudad del Cusco” encendió el debate. Mientras su gestor, el congresista (AP), Jorge Vásquez defiende su viabilidad, algunos abogados como Aarón Medina aseguran que es un “saludo a la bandera”. El intento de reivindicar al Cusco como capital histórica del país se enfrenta a un informe de Cultura que no le da esperanzas al cambio.
Después que este último jueves, el Congreso aprobara el proyecto de ley por amplia mayoría y solo tres abstenciones, Vásquez llegó a Cusco para promover un equipo técnico que exija el cumplimiento de la norma que, según él, será publicada por insistencia si el Ejecutivo Nacional, la observa.
Según Vásquez, el 80% de las actividades del Ministerio de Cultura están vinculadas al Cusco. “El ministro de Cultura se la pasa viajando a Cusco. Tener la sede allá será un ahorro. De los 1.100 trabajadores que tiene, solo es necesario que se trasladen 100, eso incluye al ministro y vice ministros”, dijo.
Sin embargo, para Medina el proyecto de ley aprobado es solo “declarativo”, es decir no obliga al Ejecutivo cumplirlo. “Este proyecto lo único que hace es exhortar la importancia de que Cusco sea la sede del Ministerio de Cultura, pero no es imperativa. Yo diría que sólo es retórica”, señaló.
Para Medina, el traslado es inviable debido al informe que presentó el Ministerio de Cultura (Mincul) al ser consultado por el proyecto de ley.
Entre los impedimentos se encuentra el presupuesto que implicaría el cambio de sede y la condición de los 1 mil 100 servidores de esta cartera.
El abogado considera que el único camino para que el Mincul funcione desde Cusco es un cambio en la Constitución. Es decir, que el artículo que reconoce a la Ciudad Imperial como la capital histórica del país incluya que, por esa razón, le corresponde ser la sede principal del Ministerio de Cultura, tal como ocurrió en el caso de la sede del Tribunal Constitucional en la región de Arequipa.
Para el ex director de la Dirección Desconcentrada de Cultura, Ricardo Ruiz Caro, la norma si es viable, pues en su gestión se habría previsto la adquisición de un nuevo local para la entidad en Cusco. Considera que esta medida fomentaría una nueva forma de ver y trabajar por la cultura del país.
Ruiz Caro considera que será necesaria una reingeniería del sector. “Los servidores de Cusco pasarían a ser del ministerio directamente y los de Lima formarían una nueva sede”, apuntó.