Más de 24 mil alumnos de la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote (Uladech) se encuentran en incertidumbre ante los desacuerdos entre esta casa de estudios y la Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI (UCT) producto de una fusión que ha sido impugnada por la primera.
Del total de estudiantes, 850 serían los más afectados en la obtención de grados y títulos, así como su registro en la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), asegura la Uladech.
El tema se remonta a inicios de este año, cuando la gestión del entonces rector de la Uladech, Julio Domínguez, hoy investigado por los presuntos delitos de organización criminal y lavado de activos, acordó la fusión de su institución con la licenciada UCT, ante el riesgo de no cumplir con las condiciones para lograr la autorización de la Sunedu.
No obstante, en junio pasado, la Asamblea Universitaria de la Uladech dio marcha atrás a esta decisión y presentó una tacha en Registros Públicos. La UCT apeló y, finalmente, logró la inscripción en octubre.
En medio de los desencuentros, Domínguez Granda, con 24 años en el cargo de rector, fue reemplazado por el sacerdote Juan Roger Rodríguez.
En noviembre, la Sunedu dio por concluido el proceso de licenciamiento de la Uladech “debido a la fusión con la UCT”. Manifestó que supervisará que la UCT no interrumpa la emisión de grados y títulos de los egresados de la Uladech y verificará la inscripción de los títulos emitidos antes de la fusión.
Sin embargo, ahora, la Uladech señala que el mes pasado, el Primer Juzgado Civil de la Corte del Santa declaró nulos los acuerdos de fusión mediante una sentencia con carácter de cosa juzgada y ordenó la restitución de su personería jurídica.
“La fusión estuvo plagada de inconsistencias y la UCT actuó de mala fe. Envió cartas notariales a bancos para que bloqueen cuentas y a nuestros funcionarios reclamando el estado financiero, infraestructura y soporte tecnológico”, dice el rector Juan Rodríguez, quien asegura que la medida en primera instancia ha sido notificada a la Sunedu.
Con base en eso han solicitado que la superintendencia les dé una “tregua” para registrar los grados y títulos; y que deje sin efecto la resolución que dio por concluido el licenciamiento.
Pero este pedido también ha llegado desde el Congreso. Legisladores de Áncash como Otto Guibovich (AP), Jhosept Pérez Mimbela (APP) o María Bartolo (Nueva Constitución) enviaron un oficio a la Sunedu, en el que dicen que la Uladech “debería tener la posibilidad de continuar con el proceso de licenciamiento”.
Por su parte, el padre Juan José Lydon Mc Hugh, rector de la UCT, asegura que la Sunedu los ha reconocido como los únicos responsables de solicitar la inscripción de los grados y títulos de egresados de la Uladech. “El documento (de la superintendencia) dice textualmente que le ‘corresponde a la UCT la gestión administrativa y académica de los programas que venían siendo brindados por la extinta universidad’”, refirió.
Pidió, además, que los colaboradores de la Uladech concluyan con la entrega de documentos sobre grados y títulos.
No obstante, la Uladech dice que no se dará el traslado, tampoco interrumpirán el servicio y que, más bien, están a la espera de la respuesta de la Sunedu. “Es probable que podamos hacer el proceso de licenciamiento. El juez ayer (miércoles) le envió un oficio para informar sobre la nulidad de la fusión”, dice Rodríguez.
La UCT dice que los egresados de la Uladech deben solicitarles a ellos la emisión de sus títulos.
Para la Uladech, no habría la posibilidad de que obtengan su título con la UCT porque sería legitimar la fusión “impugnada”.