Desde hace algunas semanas, la curva epidemiológica de contagios y decesos por COVID-19 ha presentado una tendencia a la baja o, por lo menos, no han registrado subidas sustanciales. Eso ha creado una falsa sensación de seguridad en la población, que ha empezado a relajar la prevención, por lo que se convierten en vulnerables ante el contagio.
Especialistas aseguran que es importante que las personas mantengan las medidas de bioseguridad tal como lo hacían en los primeros meses, ya que el virus aún permanece entre nosotros.
Una muestra de ello es que, si bien ya no están colapsados, los hospitales siguen recibiendo pacientes con COVID-19 y las camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) lucen ocupadas.
En el caso del Hospital de Emergencias Villa El Salvador, hay 46 camas UCI y todas están llenas. Personal de dicho nosocomio comentó a Punto Final que, cuando una se desocupa, rápidamente la deben habilitar para colocar a otro paciente.
Asimismo, siguen recibiendo gran cantidad de personas infectadas que requieren hospitalización. Estos nuevos pacientes tienen como característica que al inicio de la pandemia se cuidaron, pero, al ver la disminución de las cifras, se confiaron, salieron a la calle sin los cuidados necesarios y terminaron por contraer el virus.
“Tenemos esta oportunidad y hay que aprovecharla ahora. Deberíamos cuidarnos entre todos. (...) Lo único que quiero es regresar a casa. No contagiar a nadie y que nadie me contagie”, dice un hombre que pasó varios días en la UCI y aún espera que le den el alta médica.
En el Hospital de Emergencias Ate Vitarte, la situación no es muy diferente. En el momento más crítico se llegó a tener hasta 38 camas UCI y, si bien la incidencia de casos no es tanta como antes, siguen recibiendo a más pacientes, por lo que el personal de salud afronta extenuantes turnos.
“Tengo un poco de alegría al ver que hay muchos de nuestros pacientes que se están recuperando y se están salvando. Eso es un logro para nosotros”, señala una de las médicas al mencionado dominical.
Sin embargo, la preocupación es porque auguran una fuerte segunda ola, ya que sienten que las personas no se cuidan como deberían.
“No es que esto aquí se termina, esto todavía sigue. Mi otro sentimiento es ver que todavía hay personas que aún no toman conciencia de esto y están actuando como si la pandemia se hubiese acabado, y eso no puede ser”, menciona la sanitaria.
A la fecha, el Ministerio de Salud (Minsa) ha diagnosticado 973.912 personas contagiadas con el nuevo coronavirus y 36.274 de ellas han fallecido. Algunos especialistas han señalado que la segunda ola podría producirse a mediados o finales del primer trimestre del próximo año.