A César Augusto Canales Cueva, los dinosaurios le arreglaron la vida. De niño no hablaba bien. Los psicólogos le sometieron a una terapia con juguetes de dinosaurios. Así aprendió a hablar y leer gracias a estos reptiles extintos que habitaron la tierra hace 245 millones de años.
Tiene 34 años. Es ingeniero y arquitecto a la vez. Cuando le hablan de dinosaurios lo invade el entusiasmo de un niño. Esa pasión lo llevó montar una colección reconocida semanas atrás por el Récord Guinness. La “Mayor colección de dinosaurios y artículos relacionados” del mundo pertenece a este arequipeño. Tiene 1.500 artículos originales relacionados con dinosaurios: juguetes, tarjetas, libros, revistas, juegos de mesa, entre otros. Una inversión notable en dólares
La República visitó a César en su departamento, en cuyo ingreso figura un esqueleto de dinosaurio en escala 1/10. Los reptiles forman parte de la decoración del departamento. Un tiranosaurio rex colosal de 42 centímetros por alto y 61 de ancho sobre su mesa, un peluche en la mesita en medio de los sofás y un display de cine en una esquina, están incorporados a la sala.
Terapia
Cuando César tenía 5 años recién pudo decir su primera palabra: “mamá”. Lo logró gracias a las terapias. “Recuerdo que el psicólogo me decía que piense que los dinosaurios han venido a comer mis miedos. Al inicio todo era manual, me hacían hacer dinosaurios de plastilina, tenía que dibujar y pintar dinosaurios y luego empecé con el abecedario”, señala.
Los primeros dos dinosaurios que tuvo, un apatosaurios y un tiranosaurio rex, fueron un regalo especial de su mamá Juana Cueva. Los dinosaurios lo siguieron acompañando en su vida escolar, incluso hacía sus tareas con sus juguetes al costado. “Para un niño es difícil no poder hablar, los chiquitos se burlaban de mi porque no pronunciaba bien las palabras”, cuenta desalentado.
La terapia con dinosaurios terminó un año después, pero César siguió necesitándolos. Entre bromas, confiesa incluso que para sustentar sus tesis en la universidad tuvo que llevarse unos. “Cuando me titulé como arquitecto tenía un dinosaurio en el bolsillo del pantalón y cuando me gradué de ingeniero industrial llevé mi tiranosaurio rex. Hay fotos en mi Facebook”, se ríe.
Colección
Cada artículo que tiene en su colección guarda una historia, algunas más especiales que otras por la forma en cómo los consiguió.
César cuenta, por ejemplo, que una vez tuvo que esperar que los encargados de la tienda Ripley desechen en el basurero los posters que tenían del estreno de la película de Jurasicc World. “Ellos no lo venden. Tuve que esconderme cerca al contenedor de basura para sacar todo”, dice.
En otra ocasión tuvo que suplicarle ayuda a una trabajadora del Cinemark del Mall Aventura Plaza, para que pueda llevarse el display que había en el cine por el estreno de la película Jurassic World Reino Caído. “Quedamos a la media noche, unos amigos me ayudaron a desarmarlo pieza por pieza y luego lo tiramos desde el segundo piso”.
“Tengo hartas cosas chorificadas, cuando eres coleccionista haces de todo”, confiesa entre risas.
Jurassic Park
Recién el 2015, César vio por primera vez las películas de Jurassic Park. Quedó fascinado y desde ese momento comenzó su ambición por coleccionar cualquier artículo original de la película.
En su colección, ubicada en un ambiente especial de su departamento, tiene de todo. Juguetes originales en diversos tamaños y precios, todos empaquetados en sus cajas; souvenirs de las películas como vasos, llaveros y cajas; mochilas, artículos de escritorio, de aseo y una biblioteca entera con revistas, libros de la National Geographic etc.
Su colección comenzó en agosto del 2012 cuando apenas tenía 32 artículos y hoy alcanza los 1.500. Por eso Guinnes le dio el reconocimiento.
El camino a los Guinness
César confiesa que fueron sus amigos, también coleccionistas, quienes lo animaron a inscribirse en los Guinness World Récord. Su travesía inicio el 2019, ingresó a la página web oficial y se inscribió. Le pidieron que haga un evento público.
Pidió apoyo a la Municipalidad de Arequipa para que le preste mobiliario, no le hicieron caso. Lo hizo en su departamento. Un policía y notario estuvieron presentes para contabilizar los artículos. En total presentó 1.279, pero luego de varias observaciones, solo le aceptaron 1.226. Igual le bastó para llevarse el récord y convertirse en el primer coleccionista con la “Mayor colección de dinosaurios y artículos relacionados” en el mundo.
Mientras se hacía el reportaje le llegó a su celular el documento oficial del título con su nombre. Su sueño ahora es tener el documento oficial en sus manos y para ello tiene 30 días para juntar 90 euros. Pide apoyo a las autoridades o empresas privadas para que pueda hacer su sueño realidad.
“No solamente figura mi nombre sino el nombre de Arequipa. Es un orgullo”, dice.
Ahora último se enteró que hay un grupo de coleccionistas en México que se han organizado para quitarle el récord.