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Sociedad

Cobertura de vacunación contra la difteria es insuficiente para abarcar demanda nacional

Si se quiere enfrentar a la difteria, así como a otros males, el Perú debe reforzar la cobertura de vacunas que aún es deficiente en el país. No llega ni al 80% cuando la recomendación de la OMS es que supere el 90%.

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Mantener las campañas de vacunación es la única manera de prevenir el avance de la difteria, indican especialistas. (Foto: John Reyes / La República)

Han pasado más de tres semanas desde que se confirmó la primera muerte por difteria en el Perú en el Hospital Dos de Mayo. El caso, registrado por el Ministerio de Salud (Minsa) 20 años después de haberse controlado la enfermedad, ocurrió además en medio de la todavía latente emergencia sanitaria por la COVID-19. En ese momento, el Gobierno apostó por la vacunación masiva para frenar su avance, como parte de un trabajo de prevención que tiene un largo camino por delante.

De acuerdo al Centro de Control Epidemiológico del Minsa, hasta el momento se registran cinco casos confirmados de difteria en el país, concentrados en la ciudad de Lima. Cuatro de ellos en La Victoria y uno en San Martín de Porres. La enfermedad cobró dos víctimas mortales este año, una situación que, en un contexto condicionado por la pandemia de coronavirus, suscita preocupación.

Pese a todo, las autoridades han enfatizado en que se trata de un escenario de bajo riesgo. Esta semana, Pilar Mazzetti comunicó que el Minsa ha dado por terminada la alerta epidemiológica ante un posible brote de difteria en el país. La ministra de Salud, además, dio a conocer que, desde el 4 de noviembre, se inmunizó a un millón 200 mil personas contra dicha enfermedad a nivel nacional.

Sin embargo, el escenario resulta complicado dado que la cobertura de vacunaciones por parte del Estado ha sido escasa durante el 2020. Las propias cifras del Minsa indican que, en la mayoría de regiones del país, este indicador se encuentra por debajo de un 80%, pese a que la recomendación de la OMS es que se alcance un 90%.

En ese sentido, cabe preguntarse si la intervención de las últimas semanas ha cubierto la demanda nacional. ¿Es satisfactorio haber vacunado a 1.2 millones de personas considerando la población vulnerable en todo el país? Especialistas en salud indican que este trabajo continúa siendo insuficiente, por lo que no debe darse por terminada la vigilancia contra la difteria.

Cobertura insuficiente

“En realidad no es tanto, porque la tasa de mortalidad de la difteria es de 20%. Es fuerte, y eso no se está tomando en cuenta. Se suele comparar la cantidad de muertes con el coronavirus, pero no es cuántas personas fallecen, sino la letalidad que tiene [la enfermedad]. Una cosa es que se enfermen diez y fallezca uno, y otra cosa que de diez fallezcan nueve”, apunta Stephany Tafur Contreras, especialista en salud pública e investigadora de la UPCH.

Las cifras reportadas por el Minsa indican que, en las campañas de vacunación del 7 y 8 de noviembre, se aplicó un total de 20.276 vacunas Pentavalentes, una de las más extendidas para prevenir la difteria en niños. Asimismo, en estas jornadas se aplicaron otras vacunas contra dicha enfermedad, como la DPT y la DT, que se aplican a adolescentes y adultos. Las acciones tomaron fuerza a inicios de noviembre.

Número de dosis aplicadas por tipo de vacuna en las campañas de vacunación del 7 y 8 de noviembre a nivel nacional. Fuente: Minsa.

Con el estallido de la crisis política, las campañas de vacunación disminuyeron su intensidad, aunque a lo largo del mes se ha continuado promoviendo que la ciudadanía acuda a centros hospitalarios a fin de inmunizarse. Intervenciones de salud pública que, para el infectólogo Juan Carlos Celis, deben mantenerse debido a que son la única manera de proteger a la población.

“Definitivamente, la estrategia de vacunación es la única que puede garantizar que esto se detenga y no tengamos más casos lamentables como los de la niña y la señora que fallecieron. La vacunación es un arma poderosísima, y si seguimos así, recuperando esta cobertura que no hicimos en tantos meses, estoy seguro de que será el principal freno que le vamos a poner”, sostiene.

Por desgracia, los despliegues de inmunización han sido deficientes en el país. Según información oficial del Minsa, hasta octubre del 2020 se aplicó un total de 529.474 vacunas DPT y Pentavalentes, ambas conocidas como inmunizadores contra la difteria. Un número que queda corto frente a la demanda de una población todavía expuesta.

“A diferencia del coronavirus, la difteria es una enfermedad que tiene vacuna. Entonces es muy diferente. No se puede hablar de una posible pandemia. Pero el Minsa ha reconocido que la cobertura [de vacunación] no llega ni al 80%, y una cobertura recomendada por la OMS es de, al menos, 90%. Cuando tienes una menor, vas a tener gente susceptible”, remarca Celis.

En efecto, el panorama de la cobertura no ha sido alentador. El observatorio de inmunizaciones del Minsa reporta una estadística poco favorable en ese sentido. En cuanto a la vacuna Pentavalente, por ejemplo, en el 2020 se observa una cobertura promedio de 78% en todo el país. Loreto, con 66%, es la región con menor cobertura, mientras que La Libertad posee la mayor, con 92%.

Más vacunas: el único camino

El dato regional cobra especial relevancia si se toma en cuenta que la primera víctima mortal de difteria que se registró este año fue una menor de 5 años que era, precisamente, natural de Loreto. Un sistema, en suma, con grandes carencias que el Gobierno de turno tendrá que hacer frente para mantener bajo control el avance de la difteria.

“Hay un peligro al que se llama puerta epidemiológica. Se le abre puerta a otros virus cuando se deja de inmunizar, de vacunar. Por un lado, el Estado no debe esperar siempre que el público llegue a los centros de atención, sino también tratar de llevarles la protección. Y también se debe promover la autorresponsabilidad en la población, algo en lo que no se está trabajando. Para ello hay que dejar atrás una visión paternalista del Estado”, manifiesta Tafur Contreras.

En tanto, a mediados de noviembre el Minsa informó que las Jornadas Nacionales de Vacunación se mantendrán durante el resto del año, a fin de proteger de diversos riesgos epidemiológicos a poblaciones vulnerables, como niños y adultos mayores.

“Ahorita hay una tendencia en todos los hospitales. Por ejemplo, aquí en el hospital [de Iquitos] ya se ha vacunado al personal de salud, que es el primer paso para atender a los pacientes. Ya se está vacunando más lento, después del error que se cometió convocando dos días que terminó con gente desesperada yendo a aglomerarse. Aquí hay vacuna contra la difteria y se está vacunando a adultos. Se les pide que saquen una cita y el día programado se le revisa y se le aplica la vacuna. Hay niños que están sin vacunación todavía. Es lo que se tiene que hacer”, concluye Celis.

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