Una eventual segunda ola de coronavirus en el país, mantiene en alerta a las autoridades sanitarias. Por ello el Ministerio de Salud (Minsa) elaboró un plan de preparación y respuesta, que contiene tres escenarios posibles: leve, probable y peor. En el panorama más crítico, el sur tendría 531 mil 66 nuevos casos y 3110 decesos (ver infografía).
En la región Arequipa, el peor escenario pinta casi igual que en la primera ola, con 109 mil 812 nuevos probables casos y 996 muertes. En el resto de regiones el panorama es similar. El Minsa aclara que se tratan de aproximaciones matemáticas, y que ello no implica que ocurrirán de forma concluyente.
Un dato fundamental para estas aproximaciones, es la tasa de prevalencia (porcentaje de contagios) de cada región. Si la tasa es baja, habrá más gente susceptible a contagiarse. Sin embargo, el nivel de prevalencia también se obtuvo con estimaciones, no hay un dato real, pues los estudios de medición de anticuerpos todavía se realizan.
Solo la región Loreto tiene un estudio de prevalencia, donde concluye que el 75% de personas se contagió y habría alcanzado la inmunidad de rebaño. Por ello, es la única región donde el Minsa no prevé una segunda ola en ningún escenario. Es decir, seguirán los contagios, pero no de forma masiva.
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El médico infectólogo del Hospital Regional de Loreto, Juan Carlos Celis, considera que no habrá una segunda ola crítica como en Europa. Si bien saluda que el Minsa se prepare para un eventual escenario, discrepa con su proyección.
Para Celis, un factor diferenciador con Europa, es que sus países sí contuvieron la primera ola, algo que no sucedió en Perú. La necesidad de trabajar de la gente, la alta informalidad y los errores de estrategia del Estado, impidieron la contención del coronavirus. Así, en el caso peruano, no hubo una ola sino un “tsunami” de COVID-19 en las 25 regiones, que habría generado un alto nivel de prevalencia.
El galeno no vislumbra un escenario que dispare los contagios, pues ya se han liberado varias actividades económicas y hay cierto relajamiento de un sector de la población, pero las cifras siguen en descenso. Incluso considera que las protestas de hace una semana podrían generar un repunte, pero mínimo. “Solo habría una gran ola si todos dejan de usar mascarillas de un día para otro”, refiere Celis, quien añade que el temor al contagio persiste, por tanto, el uso de barbijos sigue en la mayoría de gente.
Remarcó que los resultados de los estudios de prevalencia serán claves para saber el real nivel de contagio. En el caso de Arequipa, el Minsa proyectó una tasa de 20%, aunque para especialistas locales, podría estar por el 40%.