A sus 19 años, Giuliana Poveda es una joven que ha sabido ganarse el cariño, respeto y admiración de quienes la conocen. Esto se genera por su forma de ser o por los grandes triunfos que ha obtenido a su corta edad en el bádminton, deporte que le ha robado muchos suspiros y también regalado grandes satisfacciones.
Giuliana nació con acondroplasia, un tipo de enanismo que impide el crecimiento a quienes lo presentan. Sin embargo, esto no fue un impedimento para ella. A los seis años comenzó a practicar fútbol y voleibol por iniciativa de su familia. Durante uno de sus partidos, un agente del IPD se quedó muy sorprendido al verla jugar contra personas convencionales y la invitó a formar un equipo de voleibol de talla baja. Este proyecto no logró concretarse, pero la vida le tenía preparada una oferta mejor.
Isaac Núñez, su primer entrenador de bádminton, la invitó a incursionar en este deporte que “no sabía que existía”, pero que terminó encantándole. “El bádminton me cambió la vida y me ha permitido dar más de mí de lo que hubiera imaginado. También he conocido a grandes personas que me han enseñado a valorarme tal como soy”, expresa.
Ella tomó la decisión de incursionar en este deporte porque veía que tenía muchas posibilidades de representar al Perú. Así fue. En el 2019, Giuliana obtuvo el primer lugar en la modalidad de singles damas del Campeonato Mundial de Parabádminton que se realizó en Suiza.
Mientras entrenaba para ganarse ese puesto internacional, Giuliana continuaba estudiando para cumplir otro de sus sueños: ingresar a la Pontificia Universidad Católica del Perú en la carrera de Comunicación Audiovisual. Para lograrlo tuvo que realizar algunos sacrificios como alejarse de su familia y mudarse al albergue para deportistas ubicado en la Videna.
En el Perú, el 16 de octubre octubre de cada año se celebra el Día Nacional de la Persona con Discapacidad. A nivel mundial, todo este mes es reconocido como el de las Personas de Talla Baja, tiempo que es utilizado para concientizar a la sociedad sobre este tema.
La República se comunicó con la pequeña Giuliana, como la llaman de cariño sus familiares, para conversar sobre sus logros deportivos, pero también para dar a conocer aquellas dificultades que enfrenta en su vida cotidiana, tal como lo viven otras personas que tienen alguna discapacidad.
“Cuando mis papás se enteraron que iba a ser pequeña, antes que naciera, ellos lo aceptaron porque lo vieron como una bendición de Dios. No soy diferente, solo pequeña”, pronuncia Giuliana Poveda con una amplia sonrisa.
¿Con qué prejuicios sueles lidiar constantemente?
En las calles, el transporte público y en los centros comerciales tengo que lidiar con la mirada de la gente, incluso a veces los niños se ríen de mi tamaño y cabeza. Además me ha pasado tener que escuchar el mito de que las personas ‘enanas’ dan suerte por tocarle la cabeza y lo hacen, eso me hace sentir disminuida porque no me gusta para nada.
¿Sientes que tu tamaño es una discapacidad?
De pequeña sí, hasta los siete u ocho años, después no. Mi familia me ayudó a comprender que no tenía ningún límite. En el colegio y todas las personas de mi alrededor siempre me han tratado como una persona normal, nunca me han hecho bullying. En cambio en el extranjero los niños de talla baja son víctimas de mucho acoso escolar, yo no tuve compañeros ni profesores así. Mi colegio ha sido esencial para mi educación, había mucho respeto, recibí mucho cariño, nunca me decían que no podía, más bien se sorprendían.
¿Qué piensa tu familia sobre todo lo que has logrado?
Ahora están sorprendidos por todo lo que he logrado. Mi familia siempre se ha preocupado por mi futuro porque acá en Perú no hay muchas oportunidades para personas con discapacidad, incluso mi papá antes de fallecer hacía de todo para que yo sea una persona normal y no tener límites. Ellos siempre me dejaron ser yo misma y a la vez han sido mi apoyo incondicional. Todo lo que he hecho ha sido para enorgullecerlos.
¿Qué le dirías a quienes atraviesan por situaciones difíciles?
Lo que puedo decirles es que sigan adelante y que no se rindan porque no están solos. Hay muchas personas que con más dificultades y limitaciones logran muchas cosas. Nada es imposible.
¿El aislamiento social obligatorio te impidió continuar con tus entrenamientos?
Sí, acá en Perú se pararon los entrenamientos y esa era mi preocupación durante la cuarentena. Las chicas de otros países me comentaban que estaban entrenando normal. En cambio yo tuve que parar y volver a vivir a mi casa, aunque allá estuve haciendo mis entrenamientos, fue algo muy distinto. Solo vi el tema físico y no podía ver el lado técnico por la falta de cancha y porque mis cosas se habían quedado en la Videna. Fue un cambio total. Tenía muchos nervios, ya que este año tenemos un Sudamericano y el próximo un torneo muy importante en España, donde solo participarán las mejores.
¿Ya retomaste tus entrenamientos presenciales?
En agosto recién he vuelto a los entrenamientos y a vivir en la Videna. Cada uno duerme en una habitación, utilizamos obligatoriamente la mascarilla en los espacios comunes por la pandemia y nos realizan las pruebas correspondientes.
¿Cómo llegas a mudarte a la Videna?
Todo se me complicaba cuando estaba preparándome para postular, llegaba cansada y por eso mi entrenador decide que me quede en la Videna. Aquí ya se me hizo las cosas un poco más fáciles y es así como ingreso a la Católica en julio de 2019. Desde ese año hasta ahora estoy invicta en aproximadamente 8 torneos.
¿El IPD ha continuado brindándoles apoyo durante estos últimos meses?
Sí, durante toda la cuarentena han cumplido con todo, tanto a mi federación, como a todos los deportistas. Ellos han continuado con el PAD (Programa de Apoyo al Deportista) y no nos han quitado la mensualidad, a pesar de que la regla indica que si no recibes una medalla internacional por seis meses, te la quitan o aumentan en caso contrario.
¿Qué se viene para Giuliana?
A corto plazo seguir entrenando para el Sudamericano que se viene en noviembre o diciembre en el Perú. Todavía no está confirmado, pero figura en el calendario de bádminton. A largo plazo, espero participar del Mundial de Parabádminton en España y mantenerme invicta en el primer lugar porque me voy a enfrentar a competidores muy fuertes de Inglaterra y Escocia.
¿Y en tu vida personal?
Aprender mucho sobre mi carrera. Me gustaría hacer una película sobre la vida de las personas con discapacidad porque muy pocas grafican cómo estos salen adelante. He escuchado muchas historias de personas que no han tenido apoyo y oportunidades y quisiera trasmitirlas, más que un sueño es un reto porque se lo he prometido a mis amigos (con discapacidad).
El parabádminton es un deporte relativamente nuevo que deriva del bádminton, el cual ha sido adecuado para personas que presentan alguna discapacidad física, ya sea que tenga prótesis o no, o usen silla de ruedas.