La noche del 26 de julio de 2019, el entonces ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes, aseguró en Cusco la buena pro para el reinicio de las obras del Sistema Integrado de Gas (SIT Gas), antes Gasoducto Sur Peruano, se daría en el segundo trimestre de 2021. Ismodes firmó un convenio con el Gobierno Regional del Cusco.
Sin embargo, un año y casi tres meses después, el Gobierno nacional vuelve a postergar el reinicio del gasoducto que debe traer el gas de Camisea a las regiones del sur. El viceministro de Hidrocarburos, Víctor Murillo, dijo que el SIT Gas se concesionará recién en 2024. “Una vez más el Ministerio de Energía y Minas está prolongando y alargando los plazos preestablecidos”, dijo Iván Prado, director regional de Energía y Minas (DREM).
Prado recordó que “el compromiso con Cusco, a través de un convenio firmado el año pasado, era que el ducto debía estar en Anta en 2022”.
Para el experto en temas de hidrocarburos, Edgar Carmelino Pino, se trata de “otro cuento” para retrasar el proyecto, porque “está claro que no tienen la intención de hacer la obra”. Sostuvo que Vizcarra está “enviando de taquito” el proyecto gasífero al próximo gobierno. “En 2024 habrá otro Gobierno, otras condiciones y, entonces, nadie puede asegurar que se hará”.
Prado Barreto refirió que, aunque hagan entregas parciales antes del 2025 para beneficiar a 900 mil hogares, el retraso afecta a los cusqueños y las ciudades del sur. En ese sentido, consideró como un avance que a finales de este mes se adjudique el proyecto de masificación de gas de siete regiones, lo que permitirá instalaciones domiciliarias. “Espero que este proyecto no se caiga”, anotó.
Según Carmelino, mientras tantos los tubos del ducto, que ya fueron tendidos entre La Convención y Calca, y los que están almacenados en otras zonas, se están malogrando. “He estado en los campamentos y el mejor cuidado está en Quispicanchi. En los demás lugares se están malogrando, pese a que el Estado paga 50 millones anuales por su mantenimiento”, dijo.