Tras haber sido sorprendido por las rondas campesinas de Cajamarca cuando robaba una vivienda, un hombre recibió golpes de látigo —o binza, como le conocen— y reconoció nunca haber sentido un dolor similar.
Se trata de Noé Paredes, de 42 años de edad, quien afirmó estar inmerso en las malas prácticas desde muy temprana edad. Asimismo, narró que años atrás estuvo internado en el penal por ser el responsable de un homicidio con arma de fuego.
Él fue sorprendido con un televisor, un equipo de sonido y otros artefactos, mientras que su cómplice logró huir del lugar.
Prometió cambiar de vida y buscar un trabajo honesto para alejarse de los robos. Esta sería la segunda vez, en pocos días, en que las rondas lo retienen.