Efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) pertenecientes a la comisaría de Chorrillos fueron captados en medio de una celebración sin distanciamiento social por el Día de Santa Rosa.
Las imágenes filtradas por los vecinos del distrito muestran a los agentes festejando al interior de las instalaciones del referido establecimiento pese a las restricciones por el nuevo coronavirus (COVID-19) en nuestro país.
Entre los asistentes, se puede notar la presencia de danzantes de festejo bailando junto a los policías sin ningún tipo de protección sanitaria o mascarilla.
Una mujer vestida de negro, quien sería la encargada de dirigir la ceremonia, conversa animadamente con los invitados mediante un micrófono, artefacto ampliamente reconocido como transmisor de la enfermedad en caso no exista una limpieza adecuada.
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De momento, no se tiene un pronunciamiento por parte de la comisaría de Chorrillos ni del comisario responsable.
Las comisarías, al igual que los centros comerciales o los medios de transporte, son focos conocidos para el contagio de la COVID-19 debido a la constante intervención de ciudadanos que rompen el estado de emergencia.
Pese a las restricciones del Gobierno de prohibir las reuniones familiares y/o sociales, las personas continúan organizando estas actividades sin temor de contraer el nuevo coronavirus. Esta vez, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) detuvieron a una familia que se encontraba realizando una fiesta en pleno toque de queda, en el distrito de Chorrillos.
Vecinos de la cuadra 1 de la calle Pleyades denunciaron el hecho, ya que se escuchaba alto volumen de música y se apreciaban las luces psicodélicas alrededor de las dos de la mañana. Esta situación representaba una alteración a la tranquilidad de todos.
Si bien la Policía llegó a la zona para revisar la vivienda, estos fingieron no realizar ninguna actividad y demoraron en abrir la puerta. Incluso, la mujer que permitió el ingreso no portaba su mascarilla. Los agentes se dieron con la sorpresa de varios bocaditos y cajas de cerveza.
No solo ello, la fiesta de cumpleaños era del patriarca, un hombre de 60 años quien es una persona vulnerable para contagiarse de la COVID-19. La familia fue intervenida por estos actos ilícitos y fueron llevados a la comisaría de Villa.
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