A poco más de tres años de su muerte, el nombre del otrora delincuente Jacinto Aucayari Bellido, alias ‘Cholo Jacinto’, todavía resuena en las postales de los operativos policiales contra el crimen organizado.
Este martes 2 de setiembre, 150 efectivos de diferentes unidades especiales y 32 fiscales especializados en lavado de activos incautaron 20 inmuebles y diversos vehículos de propiedad de la banda criminal Los Babys de Oquendo, desarticulada en 2017 y dedicada a la extorsión, sicariato y usurpación de terrenos, en las zonas de Carabayllo, Zapallal, Puente Piedra y Oquendo.
Según Jorge Gonzáles, jefe de la División de Investigaciones de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), ‘Los Babys de Oquendo’ reunieron más de 15 millones de dólares por estas actividades ilícitas.
La banda criminal estuvo conformada por los remanentes de las sanguinarias organizaciones ‘Los Destructores’ y ‘Los injertos del fundo Oquendo’, que alcanzaron una fama temible durante la década de los años 90, perpetrando famosos atracos con armas de guerra, secuestros a empresarios y asesinatos a policías y militares para sustraerles sus fusiles. Entre los nombre de estos criminal, el más sonado fue del ‘Cholo Jacinto’.
Jacinto Aucayari Bellidov protagonizó portadas en 1993, cuando acompañado de su cuñado, fue grabado en la Vía Expresa asaltando una camioneta blindada de la empresa Centromin Perú. En las imágenes se le ve cargando un fusil G3, para luego ingresar a un vehículo rojo con destino desconocido.
Su rostro volvió a aparecer en el 2006, en un reportaje de La Ventana Indiscreta, donde ‘Cholo Jacinto’ narró que luego de ese atraco la policía lo buscó para que “pague cupos”. “Me cobraron para no incluirme en un expediente unos 50 mil dólares, y en 1994 pagué otros 40 mil dólares para que no me abran proceso”, relató.
Su historial delictivo estuvo marcado por su paso por el centro de rehabilitación de menores Maranguita, el Ejército y el penal Miguel Castro Castro, de donde se fugó vestido de policía, así como por la sangre fría con que asaltaba a los cambistas de Ocoña, empresarios y hasta derribaba los negocios más prósperos en la capital.
En el 2001, el ‘Cholo Jacinto’, su lugarteniente Ignacio Quispe y Teodoro Ccorahua, entonces miembros de ‘Los injertos del fundo Oquendo’, secuestraron a Olga Banchero Rossi de Salazar, hermana del empresario pesquero y fundador del diario Correo, Luis Banchero Rossi.
Ese mismo año ocurrió también al asesinato de Drago Bozovich, empresario maderero y entonces al mando del estudio panameño Mossack Fonseca, estructura financiera que incluía una decena de compañías offshore en las Islas Vírgenes Británicas. La muerte del hombre de negocios se dio durante un intento de secuestro a manos de Jacinto y sus compinches.
Mariana Farkas, esposa de Pollack, fue encontrada 54 horas después desde su secuestro. (Foto: Difusión)
Pero el caso más sonado llegó cuando el prontuariado asaltante operó un secuestro a la esposa del empresario Adam Pollack, conocido como ‘el mejor amigo de la nación’ por su amistad con el entonces presidente Alejandro Toledo. Según versiones de Mariana Farkas, víctima del secuestro, ella regresaba a su casa a las 7:30 p. m. cuando cinco tipos armados y encapuchados, en menos de un minuto, la metieron a un carro y se la llevaron.
Varias horas después, la familia Pollack recibió la primera llamada. Los secuestradores exigieron cinco millones de dólares para liberar a la mujer. Tras pasar más de dos días en cautiverio, la policía peruana pudo rescatar a Mariana Farkas en un depósito de Villa el Salvador. Fue el mismo 2001 cuando agentes capturaron al ‘Cholo Jacinto’ y la justicia lo sentenció a 27 años de prisión.
Sin embargo, los barrotes no lo detuvieron y trece años después, la policía nacional tuvo conocimiento que el maleante, recluido en el penal de Challapalca, Puno, urdía un plan para secuestrar en la capital a Richard Acuña, hijo del entonces alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta. Las acciones de inteligencia, permitieron que este hecho sea anticipado y se le brindara resguardo policial al hoy congresista.
No fue hasta el 2017 donde las noticias volvieron a hablar de Jacinto Aucayari Bellido, esta vez para comunicar sobre su deceso por un paro cardiaco mientras era trasladado desde el penal La Capilla, en Juliaca, hasta un hospital del sector. Ya cadáver, fue llevado hasta el Callao, donde sus familiares y amigos lo velaron en su casa.
Sin embargo, los rezagos que dejó su “carrera” delictiva calaron en otras organizaciones criminales como ’Los Babys de Oquendo’, banda desarticulada en el 2017 y que era liderada por él y su hermano Enrique Aucayari Bellido. Tras su fallecimiento, el control de este grupo delincuencial cayó en Batata.
Cholo Jacinto