Desde que la ivermectina surgió como una alternativa de tratamiento contra la COVID-19, miles de personas han recurrido a este medicamento para contrarrestar la enfermedad en su etapa leve y moderada. Así, Sechura fue una de las primeras provincias en intensificar su uso, logrando salvar cientos de vidas, especialmente en los pueblos del desierto, donde no hay presencia de autoridades regionales de Piura.
Según indicaron fuentes del autodenominado comando COVID, liderado por el expresidente comunal Sebastián Espinoza Ayala, en toda la provincia se repartieron alrededor de 60.000 dosis de este medicamento.
Esta labor también ha sido posible con el apoyo de las rondas campesinas de Sechura, que constantemente se desplazaron a los sectores más vulnerables, llevando no solo alimentos sino también la ivermectina.
“Yo recibí el medicamento una mañana, cuando el comando COVID de Sechura nos visitó en La Unión, y justo ese día por la noche comencé a tener los síntomas. Inmediatamente tomé el medicamento, que finalmente me ha salvado la vida, y también la vida de muchas personas, entre ellas mi familia”, manifestó Ernesto Lupuche, uno de los beneficiados.