El proyecto de educación inclusiva para niños especiales de Curahuasi, distrito ubicado en Apurímac, está resistiendo el período de inmovilización obligatoria como mejor puede: ofreciendo las sesiones educativas y de terapia a domicilio. Sin embargo, no es suficiente.
La fundadora, Stefanie Van Erps, es una ciudadana Belga, educadora, especialista en primera infancia y educación especial, que llegó al país en 2011 y que se sorprendió con la situación de aquellos niños y niñas con discapacidades en la comunidad.
“A los niños con discapacidad los trataban como basura, no los valoran”, explica la especialista extranjera.
Así, decidió iniciar una organización para educar de manera inclusiva. En 2012, nació Oye Lena, cuyas siglas significan “Oye, Lunáticas En Acción!”. A través de sus métodos, un total de 80 menores con distintas habilidades fueron capaces de aprender a leer, escribir e, incluso, aprender inglés de manera efectiva.
Además, la rutina de las clases incluye sesiones de terapia motora y sensorial para optimizar los sentidos de los pequeños y pequeña que acuden a Casa Lena, según lo evidencia un reportaje de Cuarto Poder.
Por otro lado, Oye Lena está financiada completamente por donaciones desde países como Bélgica, Estados Unidos, Francia, y demás. Es decir, “de Perú no recibimos ni un sol”, como lo explicó la misma Stefanie.
Ahora mismo, los voluntarios de la Casa Lena, junto a la ciudadana belga, luchan por retomar las clases con los niños, sobre todo a aquellos que necesitan aprender a leer.
Lo que urge son más profesionales que puedan apoyar y enriquecer la educación de dichos menores de edad con discapacidades. Así mismo, el envío de víveres y donaciones se puede coordinar a través del número +51 977737377.