El incendio en el parque Industrial de Pachacútec incineró la vivienda de la familia Torres Pisco. El siniestro de código 3 inició la tarde del jueves 25 de junio. Treinta y cinco unidades de Bomberos acudieron a esta zona de Ventanilla para apagar las llamas.
El fuego se reavivó tras el intenso trabajo que más de 250 rescatistas realizaron durante la madrugada. Por ello, autoridades de la Municipalidad de Ventanilla volvieron a pedirles ayuda.
Cuando la fábrica clandestina de pinturas se incendió, Miguel Ángel Torres estaba trabajando como agente de seguridad, mientras su esposa y sus hijos de 9, 13, 15 y 16 años permanecían en la casa que construyeron con tanto esfuerzo en medio del arenal.
“Ella no sintió el incendio. A mi esposa le avisaron porque sino ellos se hubieran quedado adentro”, contó Ángel, quien observó todas sus cosas prendidas en llamas cuando llegó a su vivienda.
Solo quedaron cenizas de sus camas, colchones, refrigeradora, cocina y víveres que consiguieron dos días antes del incendio para sobrevivir durante la pandemia.
No tuvieron dónde pasar la noche durante la madrugada. Tampoco podían descansar porque estaban tratando de rescatar algunas pertenencias. Pero no lo lograron.
Piden a la comuna de Ventanilla que les brinde un techo donde cumplir el aislamiento social. “Queremos que nos apoyen con una carpa aunque sea para dormir, no tenemos nada”, comentó.
Las autoridades de la Municipalidad de Ventanilla buscan a los dueños del establecimiento que se incendió.
A pesar de que lo cerraron en agosto de 2019 porque no contaban con permiso para operar, ellos continuaron guardando materiales tóxicos en esta zona.