La Fuega, como quiere ser llamada esta ilustradora y activista feminista, viajó a Chile días antes de decretarse el estado de emergencia en el Perú. Sus planes no eran volver. Quería empezar un largo viaje que la llevaría, junto a sus dibujos, por todo el mundo.
Feminista, rebelde y con enérgicos mensajes en contra de la violencia de género y el machismo, La Fuega ha logrado direccionar su activismo a través del arte de sus ilustraciones y hoy, en medio de la difícil situación que atraviesa el mundo tras la llegada del nuevo coronavirus, continúa mostrando su voz de protesta a través de una inofensiva arma: lapiceros de colores que trazan sus más sinceros pensamientos.
Se encuentra hospedada en una casa comunitaria para mujeres que la acogió a su llegada a la ciudad de Iquique. Allí, ha conocido personas que se ha convertido en compañeras especiales con las que trabaja en conjunto para subsistir en medio de la pandemia.
La Fuega, una mujer que encontró, a través del arte, una poderosa arma para luchar contra la violencia de género. (Foto: Instagram / @lafuegailustra)
Su vida aquí no era tan diferente. Vivir haciendo arte ha parecido siempre un objetivo que muy pocos afortunados logran alcanzar. Ella se siente así, afortunada. Esa suerte es a la que ella agradece, pues le ha permitido seguir adelante en un país que no es el suyo y no derrumbarse frente a la emergencia sanitaria que enfrenta el mundo.
“Fue suerte que haya podido encontrar la manera de solventarme. Traje mis dibujos, polos y stickers que he podido vender y eso me ha ayudado bastante. Además, aquí la gente es muy solidaria y nos han traído muchas donaciones, como víveres, menestras con lo que podemos comer”, comenta.
Dibuja desde muy pequeña. Incluso, nos cuenta que aprendió a dibujar mucho antes que a escribir y ha convertido sus trazos en su mejor herramienta para comunicar lo que siente y crear historias. “A veces veía dibujos de las revistas y trataba de hacerlo similares. Trataba de crear historias y como no podía recordarlas, prefería dibujarlas y así ya no me olvidaba”, nos cuenta.
Gran parte de sus ilustraciones tienen como finalidad visibilizar la diversidad en las relaciones de pareja que, hasta hoy se ven rechazadas por la orientación sexual de cada persona. “Creo que hay mucha visibilidad sobre las relaciones heterosexuales e incluso en las homosexuales, pero la que existe entre mujer es prácticamente nula o está sexualizada y dirigida para un público masculino. Hecho por hombres y para hombres, y además la imagen de lesbiana creo que está muy encasillada. Puros estereotipos que no tienen sentido”, afirma la joven artista.
La Fuega asegura que nunca dejará de mostrar su reclamo ante la ola de machismo y violencia en contra de la mujer. Esto la caracteriza. No soporta las injusticias. Siempre busca la reciprocidad y no contempla las desigualdades. Según nos cuenta, ver maltrato en las calles de la ciudad en la que ahora vive, no es fácil. Menos aun cuando en estos días el mundo necesita de más humanidad.
“Aquí los inmigrantes son maltratados, no reciben ningún tipo de atención médica y eso me enoja porque las autoridades en vez de preocuparse por ellos, está pendiente de la gente que sale a trabajar. Si tienen el permiso o no, o si están dentro de la zona que deben cumplir”, reclama.
Al mismo tiempo no deja de agradecer la solidaridad y la unión que ha podido ver por parte del pueblo chileno que, en medio de la pandemia, la ayudó a ella, como a muchos, a apaciguar la falta de recursos.
“He visto muchas ganas de ayudar por parte de la gente. Son ellos los que les dan la mano a quienes están en la calle y no tienen un plato de comida. A mí también me ayudaron mucho”, sostiene.
Su meta, cuando se acabe la cuarentena y la pandemia haya visto su fin, es continuar su camino hacia el sur y llegar hasta la Patagonia. Desde allí, el resto del mundo será próxima estación, donde seguirá llevando su arte y el potente mensaje de lucha feminista.