Cuando el reloj marcaba el mediodía, del domingo 17 de mayo del 2020, por la puerta del comedor popular de Pimpingos, región Cajamarca, ingresó una dulce abuelita con dos alforjas al hombro y donó productos agrícolas para las personas que cumplen aislamiento por el coronavirus.
“Aquí les traigo alguna cosita”, fueron las palabras de doña Albertina Flores Gonzales, una adorable y simpática abuelita de la comunidad de Los Claveles, que llegó al comedor.
Fue recibida por una de las señoras que colaboran en el comedor, quien la ayudó a bajar las dos alforjas con los productos que ella misma siembra en su chacra. “Disculpen que no traiga más, pero vengo caminando”, dijo ante el asombro de las presentes que ayudan a preparar los alimentos.
Esta historia fue narrada en las redes sociales por un trabajador de la Municipalidad Distrital de Pimpingos, que incrédulo veía como la anciana colaboraba. “Este caso, me hace recordar a mis abuelitas. Se me hizo un nudo en la garganta y no pude evitar derramar una lágrima, y recordé que da más el que no tiene, que aquel que tiene y no da nada”, expresó.
Tras el gesto le prometieron devolver la visita en su comunidad, promesa que fue realizada una semana después: le llevaron alimentos y dinero enviado desde Lima por una persona anónima.
“Esta es la historia de doña Albertina, ejemplo de lucha, esfuerzo y sacrificio. Que Dios lo bendiga y proteja por siempre. Porque estas acciones parten el alma y dejan sin palabras”, culminó el trabajador municipal.