A diario se ven cara a cara con el coronavirus. Los policías de Arequipa deben plantarse en las puertas de mercados y otros establecimientos que, pese a las recomendaciones, lucen abarrotados de personas. El riesgo es latente. Un mínimo descuido y podrían resultar contagiados.
Es lo que les pasó a 243 agentes policiales en Arequipa que arrojaron positivo al COVID-19. No pudieron esquivar el virus mientras cumplían su función de vigilar el cumplimiento del estado de emergencia.
Según el último reporte emitido por la IX Macro Región Policial Arequipa, del total de contagiados, 227 presentan sintomatología leve y otros 8 son asintomáticos. En tanto, un agente policial presenta dificultad respiratoria y un segundo registra un cuadro severo de la enfermedad.
De momento, el centro de convenciones Cerro Juli acoge a 51 policías que pasan la cuarentena respectiva y luchan por superar el virus para retornar a sus funciones o ver de nuevo a sus familias.
Lamentablemente son dos los policías que perdieron la vida a causa de la pandemia. Uno de ellos es el suboficial superior Guillermo Meza Cosi, miembro de la División de Tránsito de la Policía. Falleció luego de permanecer 10 días internado en el hospital COVID-19 en Arequipa.
También hay historias de triunfo. Por ejemplo, un suboficial de 44 años de edad de la División de Operaciones Especiales (Dinoes) logró derrotar el virus después de estar conectado a ventilación mecánica por 13 días. El alivio para su esposa y el resto de sus parientes fue tremendo al recibir la noticia.