Roberth Orihuela y Fiorella Montaño
Arequipa
El 30 de abril, según contaron algunos policías, un anciano que caminaba por la avenida Ejército y que tomó rumbo por la calle Tronchadero, se desvaneció. Un efectivo trató de ayudarlo, pero era tarde. Estaba muerto.
En esta época de emergencia sanitaria por el COVID-19, el procedimiento para levantar cadáveres indica que se debe llamar al fiscal de turno y a la Patrulla Covid. Según los protocolos de salud, la patrulla recoge todos los cadáveres de personas que fallezcan en las calles o en viviendas por causas no violentas. A todos se les califica como sospechosos.
Ese día el fiscal no quiso ir. Según explicó la directora de la Red de Salud Arequipa Caylloma, María Elena Flores, este indicó que un policía revise el cuerpo y constate que no haya fallecido por algún acto de violencia.
Se hizo la verificación y se levantó el cadáver. Fue envuelto en dos capas de bolsas de plástico desinfectadas. No se le practicó ninguna prueba para descartar el COVID-19. Flores explicó que el procedimiento señala que el cuerpo debe tratarse como sospechoso de coronavirus lo llevaron a Patología del hospital Honorio Delgado.
Al día siguiente, el cuerpo fue reclamado por sus familiares. Alegaron que murió por cáncer de próstata, enfermedad que padecía desde tiempo atrás. Se lo llevaron con la venia de las autoridades de salud.
La entrega se hizo pese a que la norma indica que el cadáver debió ser cremado o inhumado (enterrado) como si fuera un paciente COVID-19 positivo.
Así como este caso, en Arequipa hay un grupo de fallecidos que no son considerados en la cifra oficial, por ser sospechosos. Según el último reporte, el número de muertos por COVID-19 en la región es 28. Pero de acuerdo a testimonios que recogió este diario y al comparativo con las estadísticas de años pasados, la cifra podría elevarse a casi el doble.
Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF), la cifra de muertos por causa violenta en Arequipa en marzo y abril de 2020 se redujo considerablemente (ver gráfica).
Registro de muertes
Por ejemplo, en marzo de 2019 hubo 18 muertes por accidente de tránsito, en 2018 se llegó a 11. Pero en 2020 apenas fueron ocho. Se entiende esto porque se redujo drásticamente el tránsito de vehículos en todo el país.
De igual forma pasa en abril, ya en pleno estado de emergencia por el COVID-19. En 2019 hubo 15 muertes, en 2020 fue 4.
Haciendo la suma de las muertes violentas de marzo y abril del 2020 y 2019, se nota un cambio rotundo. En 2019 hubo 56, este año 31. En abril la cifra es más clara. En 2019 fue 47, pero este año apenas 14.
De acuerdo a estas cifras, cualquiera se puede imaginar que la cifra total de fallecidos en la región también debió mostrar un cambio, porque hubo menos accidentes. Sin embargo, la cifra total de muertos se mantiene en el mismo promedio. Es decir, hay entre 20 y 25 decesos que no cuadran. ¿Quiénes son, que provocó su fallecimiento?
En este punto es preciso hacer la diferenciación. Del total de muertos oficiales, 19 son de EsSalud y 9 del Ministerio de Salud. De estos últimos, dos perecieron en provincias; uno en Majes (Caylloma) y otro en Camaná. Ellos fueron inhumados (enterrados) a falta de crematorio en su zona.
Lo que nos deja un universo de 26 fallecidos en Arequipa provincia hasta el sábado.
El crematorio Paxis es el único autorizado en la ciudad. Este ha recibido hasta el viernes 29 cuerpos, cuatro más de los oficiales. Sin embargo, fuentes del crematorio señalan que no todos son casos positivos de COVID-19, hay otros sospechosos.
De los 29 que recibieron, siete procedían del Minsa y 22 de EsSalud. De ellos, 12 son sospechosos de COVID-19.
Además, hubo fechas en que se reportaron muertos por COVID, pero no todos llegaron al crematorio. Por ejemplo, entre el 2 y 4 de mayo hubo 4 casos, solo dos llegaron al crematorio. Esto hace presumir que el resto fueron inhumados. Sucede que EsSalud tiene convenio con otras tres funerarias que hacen esta labor.
Una de ellas es la Funeraria Campos. Ellos han trabajado con 25 cuerpos hasta el momento, 7 positivos y 18 sospechosos. Las otras dos funerarias tienen entre 5 y 7 casos, entre confirmados y sospechosos.
Entre las funerarias y el crematorio Paxis, hay aproximadamente 30 cuerpos sospechosos de COVID-19, los mismos que no han sido considerados en la estadística oficial.
La República conversó con Zacarías Madariaga, encargado de las Patrullas Covid del gobierno regional. Nos pidió que conversemos con Percy Miranda, jefe de Epidemiología de la Gerencia Regional de Salud.
Ante la insistencia de nuestras preguntas, indicó que hasta fines de abril habían recogido alrededor de 20 cuerpos. “Pero muchos no son COVID-19. Podemos decir que 12 están como sospechosos”, dijo.
Cifra similar fue dada por la directora de la Red de Salud Arequipa Caylloma. Sin embargo, esta funcionaria señaló que muchos de los cuerpos no eran COVID y fueron recogidos por sus familiares para ser enterrados. Aceptó que no se hizo una prueba rápida para coronavirus ni una necropsia, por lo que no hay forma de saber la causa real de la muerte.
Intentamos conversar con Miranda, pero este nunca contestó el teléfono.
Por su parte, el gerente clínico de EsSalud, Jesús Salinas Gamero, indicó que tienen varios muertos sospechosos por COVID-19. No supo precisar cuántos. Señaló que en todos los casos la familia decide si se crema (costeada totalmente por EsSalud) o se procede a la inhumación (costeada por la familia).