Horas después de publicarse este reportaje, la Gerencia Regional de Salud (Geresa) emitió un comunicado donde aseguraron que “la información proporcionada por la Defensoría del Pueblo es falsa”. En ese sentido, afirmaron contar con un total de 30 brigadas distribuidas en Chiclayo (10), Ferreñafe (7) y Lambayeque (13), las cuales estarían conformadas por un médico, un biólogo y un conductor.
Es necesario precisar que, previo a la publicación, La República intentó comunicarse con el gerente regional de Salud, Juan Ordemar Vásquez, pero no contestó nuestras llamadas. En tanto, la Defensoría del Pueblo se ratificó en la supervisión realizada a la entidad.
Coronavirus en Perú. Tres días después de declararse la emergencia sanitaria a nivel nacional por la COVID-19, la Gerencia Regional de Salud (Geresa) conformó su brigada de salud para atender consultas, tomar muestras y certificar los fallecimientos por coronavirus.
Sin embargo, una supervisión de la Defensoría del Pueblo revela una serie de deficiencias que tiene dicho grupo para cumplir con su labor colocando en riesgo la vida de la población portadora del virus, pero también de los propios integrantes de la brigada.
El equipo de trabajo consta de 4 médicos, 4 biólogos y 2 chóferes que cubren horarios de 12 horas. Es decir, en la práctica, dos equipos por turno prestan el servicio solo en la provincia de Chiclayo, porque -a 54 días de iniciada la emergencia- aún no se han implementado Brigadas en Lambayeque o Ferreñafe.
Además, debido a la falta de personal asistencial, las llamadas telefónicas de las personas con síntomas de coronavirus son atendidas por personal administrativo, quienes las registran sin dar atención al pedido médico. Luego de varias horas, el médico devuelve la llamada para atender el caso, pero el tiempo perdido pudo haber sido crucial.
La Defensoría también detectó que, pese a la urgente necesidad, no se implementó una brigada exclusiva para dar seguimiento a los pacientes con COVID-19, lo que hubiera permitido controlar el caso clínico y cercar su propagación.
Por otro lado, no se viene realizando el trabajo de desinfección en los ambientes donde funciona la Brigada ni de los equipos que utilizan. Incluso, los conductores de las ambulancias no contarían con los equipos de protección necesarios para prevenir el contagio del coronavirus.
Por último, la brigada de salud cuenta con una sola computadora para el registro de casos y no tiene impresora para imprimir las fichas epidemiológicas.
Frente a esta situación, a través de un oficio, el representante de la Defensoría, Julio Hidalgo Reyes, solicitó al gobernador regional asignar recursos presupuestales para fortalecer la brigada, a fin de proteger la vida, salud e integridad de la población. Asímismo, ampliar el servicio para las otras provincias con el fin de coberturar los 38 distritos de Lambayeque.
Sin perjuicio de estas acciones, Hidalgo comunicó del hecho a la Fiscalía de Prevención del Delito, a quien pidió disponer medidas preventivas para garantizar que fortalezcan las brigadas.
Oficio enviado por la Defensoría del Pueblo al Ministerio Público.
A inicios de abril, producto de transferencias del Ministerio de Economía y modificaciones presupuestales internas, el Gobierno Regional de Lambayeque (GRL) destinó alrededor de S/17 millones para enfrentar la pandemia.
A la fecha, según el portal de transparencia del MEF, la cifra se redujo a S/15′998,220 y la ejecución de gasto alcanza apenas el 24%. La República intentó comunicarse con el responsable de la Geresa, Juan Ordemar Vásquez, pero no contestó nuestras llamadas.
Luego de un mes, con todo ese dinero, no se pudo fortalecer ni ampliar el servicio de las brigadas de salud. Una acción que tal vez, solo tal vez, pudo haber evitado que los casos y muertes por COVID-19 se disparen.