La crisis sanitaria por el coronavirus golpea a la región Lambayeque, y más cuando se tratan de población vulnerable, como es el caso del penal de Chiclayo, en donde murieron dos reos en medio de una protesta en la que exigieron la intervención de las autoridades de Salud a fin que se les tome el hisopado para descartar la infección virulenta, debido que hace algunos días un interno que falleció con síntomas asociados a la enfermedad. Los resultados del test a la fecha se desconocen.
Es por eso que la fiscal de Prevención del Delito de Chiclayo, Candita Llempén Quiroz intervino en la Gerencia Regional de Salud (Geresa) debido a la demora excesiva para conocer los resultados. La representante del Ministerio Público lamentó que no se tomen medidas efectivas para corregir este problema a más de un mes de iniciar la cuarenta y cuando 245 personas siguen en espera del informe clínico.
“Es lamentable que no se actúe con celeridad, pese que el problema es grave en Lambayeque. Hay casos en que el paciente murió sin saber que tenía COVID- 19. No se puede seguir de esa manera. Urge un trabajo más efectivo”, recalcó.
En el caso específico del centro penitenciario, afirmó que existe una tensa calma, pues los reos temen morir debido a posibles contagios, tras la muerte de un compañero de celda, quien presentó dolores intensos de cabeza, tos y fiebre.
“El hacinamiento es un aliado del coronavirus, lo que significa que el riesgo es mayor, y por ende las autoridades de Salud deben tomar acciones inmediatas”, expresó antes de reunirse con los representantes de salud.
Cabe indicar que los familiares de los presidiarios realizaron un plantón en los exteriores de la sede del INPE para exigir la aplicación del test en los internos y la desinfección del establecimiento penitenciario.