Mónica Cuti
Policarpio Pérez Bautista, Eselda Ccasani Urquizo y Valeriana Quispe Apaza ya estaban muertos cuando se tramitaron sus seguros de vida. Todos fallecieron en 2012. Sin embargo, con documentos falsos, terceras personas lograron afiliarlos a La Positiva y luego cobraron los seguros por más de S/ 70 000.
El engaño fue evidenciado en 2013. Ante ello, La Positiva denunció el caso en Fiscalía por falsificación de documentos para el cobro ilegal de seguros. Una de las principales investigadas es Gloria Rosa Rodríguez Atoche. Ella era trabajadora de la aseguradora y laboraba como asesora de ventas desde 2008 hasta octubre de 2013. Era la encargada de vender seguros de vida en Arequipa y Camaná.
Otro de los denunciados es Juan Pedro Bravo Baldeón, expolicía que trabajaba en una funeraria de Camaná. Habría tenido influencia en la creación de los documentos falsos.
El nombre de Policarpio Pérez fue el primero que usaron. Él falleció el 16 de abril de 2012 en Arequipa. Ello no fue impedimento para que, el 20 de junio de 2012, se le tramitara un seguro de vida. El titular del seguro familiar que se sacó fue Víctor Briceño Huamaní, quien no tenía parentesco con Policarpio. Según la fiscalía, como Gloria Rodríguez trabajaba en la aseguradora, ayudó con el trámite. Briceño adquirió el seguro en Camaná.
Para demostrar la muerte de Policarpio, se entregó un acta policial del 4 de enero de 2013 de la comisaría de San Gregorio, Camaná. Se indicaba que Policarpio fue atropellado por un vehículo en la carretera Camaná-Socso, incluso el documento indicaba que un fiscal de Camaná de apellido Medina y un médico legista confirmaron la muerte.
También se presentó una necropsia del Instituto de Medicina Legal de Camaná y un certificado de defunción firmado. Todo ello se usó para cobrar la póliza de S/ 30 000 soles. El dinero lo cobró Víctor Briceño, que luego lo entregó a Gloria Rodríguez y a Juan Bravo en una heladería del Cercado de Arequipa, según testificó Briceño.
Eselda Ccasani Urquizo fue el segundo nombre que usaron. En este caso, la mujer compró dos seguros de vida el 24 de junio de 2012, 16 días después de haber fallecido. La titular del seguro era Cynthia Lunazco Rodríguez, prima de Gloria Rodríguez, y los beneficiarios eran Dafne Kyara Ccasani Lunazco y Eselda Ccasani Urquizo. Era una póliza familiar.
El otro seguro era personal para Eselda. La beneficiaria de este era Cynthia Lunazco.
El 20 de junio de 2013, Gloria Rodríguez presentó documentos, en los que indicaba que Eselda murió el 3 de junio en un accidente de tránsito, cuando en realidad falleció en la provincia de Arequipa días antes. Según la información que proporcionaron, Eselda pereció en un accidente, en el kilómetro 2.5 de la vía de penetración de Acarí (Caravelí).
Dentro de los documentos presentados, había una boleta por concepto de servicios funerarios a nombre de Cynthia Lunazco, emitida por la funeraria Divino Niño Jesús. Era por el traslado del cuerpo de Acarí a Camaná (S/ 300 soles). El 25 de junio de 2013, Cynthia Lunazco fue quien cobró el dinero de ambos seguros y el costo del traslado del cuerpo. Recibió de La Positiva S/ 48 300.
La fiscalía determinó que el acta de intervención del accidente era falsa, pues, según información derivada el 23 de febrero del 2014 por la Comisaría de Acarí, ese incidente no figuraba en sus registros. Tampoco existe un local de Medicina Legal en Acarí, como se indica en la necropsia.
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La aseguradora se dio cuenta de la estafa cuando revisó el caso de Valeriana Quispe Apaza. Gloria Rodríguez es quien vendió el seguro a Valeriana el 4 de enero del 2013, más de tres meses después de que falleció en Camaná (29 de septiembre de 2012).
Valeriana figuraba como firmante en la póliza y designaba como beneficiaria a Elena María Zanabria Vílchez. El 21 de enero del 2013, vendió nuevamente un seguro a Valeriana Quispe Apaza, esa vez se designó como beneficiario a Miguel Poves, lo que dio origen a una póliza de seguro de continuidad de negocio. Luego, Valeriana hizo una modificación de beneficiario excluyendo a Miguel y, en su lugar, puso a Elena María Zanabria Vílchez.
La supuesta muerte de Valeriana fue el 26 de agosto de 2013, también en un accidente de tránsito, pero en la Panamericana Sur. Se presentó un boleto funerario de la funeraria “Santa fe”, la titular del negocio era Nury Nivelda Prado Gómez, esposa de Juan Pedro Bravo Baldeón (expolicía).
Pedro Bravo también figuraba como declarante del certificado de defunción de Valeriana, de igual forma Elena Zanabria. Esto despertó las sospechas de La Positiva, que tras una verificación se percató de todo y notificó el 10 de octubre de 2013 a Zanabria que no podía cobrar la póliza.
Ante estas pruebas, el fiscal penal Óscar Gonzales Elguera solicitó prisión para la extrabajadora Gloria Rodríguez y sus coimputados. El caso se encuentra en revisión para que se inicie el juicio.
Según la tesis fiscal, Gloria Rodríguez fue quien aportó sus conocimientos como trabajadora de la aseguradora para las estafas. Juan Pedro Bravo era quien proporcionaba los nombres de los fallecidos que se utilizaron y de los contratantes del servicio, con lo que obtuvo beneficios económicos ilícitos.
A Rodríguez y Bravo se les acusa de los delitos de estafa, falsedad material y asociación ilícita. Para ellos se piden penas de 25 y 27 años de prisión, respectivamente.
Para Víctor Briceño, por los delitos de estafa y falsedad material (caso del fallecido Policarpio Pérez), se pide una sanción de 25 años prisión.
En cuanto a Cynthia Lunazco Rodríguez, Emperatriz Buendía Meza, David Valero Zegarra, Elena Zanabria Vílchez y Nury Nidelva Prado Gómez, se solicitaron penas que van de 2 a 8 años de prisión.