Con la finalidad de devolver el verde a las áreas degradadas por los incendios forestales en el Cusco, se sembraron más 2 mil plantones de especies nativas de queñua y colle en la quebrada Misquipuquio de la comunidad campesina de Piscacucho, zona de amortiguamiento del Santuario Histórico de Machu Picchu.
La actividad se realizó en el marco de la campaña de reforestación “Un millón de árboles para Machu Picchu” impulsada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), y en la que participaron más de 130 representantes de instituciones públicas y privadas.
Con esta iniciativa se promueve la participación de la población local y entidades en las acciones de recuperación de ecosistemas y reforestación, como estrategia de conservación de las cabeceras de cuenca y bofedales.
El Sernanp informó también que con esta campaña favorecerán el cambio de uso de suelo y fenómenos naturales al interior y en zona de amortiguamiento del santuario y así contribuir a la adaptación al cambio climático y proveer servicios ecosistémicos.
La campaña de plantaciones busca recuperar espacios degradados equivalentes a 779 hectáreas de vegetación, plantando -como dice su nombre- 1 millón de árboles. De esta manera también concientizarán a los más de 5 mil pobladores de Machu Picchu y a los habitantes de la Red de Caminos Inkas, sobre la importancia de preservar las Áreas Naturales Protegidas.
Dicha campaña inició este 9 de enero con una ceremonia donde participó el presidente de la República, Martín Vizcarra, el gobernador de Cusco, Jean Paul Benavente, y autoridades locales.