Una familia de emprendedores vive momentos de tensión y enfrentamientos, entorno a la repartición de una galería ubicada en el cruce de los jirones Huánuco y Sebastián Barranca, el emporio comercial de Gamarra.
Según denunció Soledad Delgado de la Cruz (64), todo este conflicto lleva varios años y tendría como culpable a su cuñado, Roberto Salvatierra Estrada (71), quien no le permitiría tomar posesión de una propiedad dejada por su difunto esposo.
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“Mi esposo falleció el año pasado en Estados Unidos, luego de sufrir un accidente. Pasó diecinueve días en una clínica a la que ahora debemos más de 180 mil dólares. Debido a eso es que yo quiero alquilar la propiedad que él nos heredó, pero su hermano no lo permite”, refiere Delgado.
La mujer, asegura que sólo pretende independizar los altos de la galería Adderly para habilitar unas tiendas y alquilarla, y con ese dinero poder saldar su deuda. Para ello, el pasado fin de semana trató de instalar un medidor de luz, pero Roberto Salvatierra no se lo permitió.
Soledad Delgado y su hija denuncian hostigamientos y agresión por parte de familiar.
“Quisimos hacer el nicho para el medidor de luz, en un lugar que nos había recomendado Luz del Sur, pero ese hombre no lo permitió y salió con matonerías a interponerse. Tengo los videos de cómo me agrede a mí, a mi hija ya los trabajadores”, señala indignada.
Para Delgado, Salvatierra no sólo estaría pisoteando su derecho a hacer uso del bien que le dejó su esposo, sino que además vendría atentando contra su integridad, razón por la cual teme que vaya tomar represalias.
“Yo hago pública esta denuncia, pero a la vez tengo miedo, porque se trata de un hombre agresivo y problemático, que se refugia en el poder de uno de sus hermanos que es fiscal y que tiene influencias”, agrega temerosa.
Denunciado se defiende
Para tener su versión de los hechos, conversamos con el denunciado Roberto Salvatierra, quien asegura que se opone a la instalación del medidor y la construcción de tiendas en los altos del edificio, por un tema de seguridad.
“El edifico se construyó en 1974 con la idea de que tenga sólo dos pisos, pero mis hermanos levantaron dos más. En total, somos once copropietarios y sí, a mi medio hermano muerto se le dieron los altos, pero con la condición de que construyera las bases del edificio”, afirma.
Según Salvatierra, Soledad Delgado no sólo no estaría cumpliendo con este requisito para hacer uso de los altos, sino que además pretende instalar su medidor de luz rompiendo una columna del edificio, lo que debilitaría gravemente sus estructuras.
“Ella no entiende que no puede construir sin primero hacer las bases, tampoco que no puede debilitar las columnas de esa manera. Si ocurre una desgracia en la galería debido a su prepotencia, sea por un sismo o alguna otra razón, ella será la única responsable”, sentenció.