El día 28 de diciembre la suboficial de la Policía Nacional Merly Grandez Tafur es encontrada con un balazo en la sien en su departamento de la Av. Alfredo Mendiola en Lima. Su esposo, también policía, es quien la encuentra y el relato oficial es suicidio. El 18 de julio de 2018 la suboficial Marcia Callari Ticona, de 32 años, “se disparó un balazo en la cabeza”, según el relato de su esposo policía. No tengo información sobre las pruebas de absorción atómica que determinan si en ambos casos fueron “suicidios”. Pero no son la única pareja de policías en este tipo de situaciones: el 8 de diciembre la suboficial Fedra Yonto Guaylupo es asesinada por su esposo policía de una bala en la sien en Pacasmayo y luego él mismo se dispara y muere. El 18 de junio de este año Ana Huamán Ramos, de 34 años, policía que trabajaba en el área de Trata de Personas de Huaraz, es asesinada por su pareja, otro policía, con un cuchillo.
No me parece ilógico vincular la indiferencia y nula empatía de los oficiales y suboficiales de la Comisaría de San Cayetano, que no reaccionaron ante el pedido de auxilio de varios vecinos —no uno ni dos, más de cinco vecinos— durante la masacre que el feminicida y parricida de El Agustino estaba perpetrando, con las extrañas circunstancias en que estas mujeres policías fueron muertas con su propia arma de reglamento o a cuchillazos. Mujeres policías entrenadas para defenderse no pudieron hacer nada. ¿Qué podría hacer una mujer sin entrenamiento militar frente a un machista exaltado que la estrangula? Nada. Menos si grita y los policías que están cercan piensan que es una “pelea de pareja”.
¿Qué pasa en la PNP?, ¿acaso no es urgente que el Ministerio del Interior tome riendas en el asunto?, ¿acaso no urge que los policías —tanto varones como mujeres— estén capacitados para poder entender el machismo y sus lacerantes consecuencias?, ¿por qué los policías de la Comisaría de San Cayetano —pero tampoco los de otros centros policiales— no cumplen con el mandato de la “Guía de procedimientos para la intervención de la Policía Nacional en el marco de la Ley 30364 para erradicar la violencia contra la mujer y el grupo familiar”?, ¿para qué pueden servir normas, reglamentos y protocolos si NO IMPORTA que las mujeres mueran, incluso, si son sus propias compañeras?