Rufino Motta
Moquegua. El río Torata, en la provincia Mariscal Nieto, está contaminado. Sus aguas, que sirven para el agro, contienen metales pesados por fuente natural, así como por fertilizantes y pesticidas usados en el campo y las aguas servidas.
Esto se desprende de los resultados preliminares de un estudio ejecutado por expertos de la Universidad de Cambridge de Inglaterra. El informe fue presentado ayer a las autoridades y estudiantes de Ingeniería de Minas de la Universidad Nacional de Moquegua (Unam). El biólogo Eustale Barnes explicó que el trabajo de campo es fruto de un convenio suscrito en 2017 entre las dos casas de estudios.
Un equipo multisectorial recogió muestras en 33 puntos, desde los bofedales en pampa de Titijones hasta la parte baja de la cuenca. El análisis se hizo en un laboratorio de la universidad extranjera. En la parte alta, se detectó presencia de metales por encima de los estándares normales, entre ellos aluminio, hierro y otros, que provienen del sedimento de rocas volcánicas.
Barnes señala que, en la zona intermedia y baja, se detectó presencia de pesticidas, con nitratos y fosfatos. Hay agricultores que utilizan estos químicos para fumigar sus plantaciones. También hay afectación por la descarga de aguas servidas de la parte urbana.
Los agricultores sostienen que la cuenca es impactada por la actividad en el asiento minero Cuajone. Para Barnes, no hay muestras que señalen ello. No obstante, para el especialista canadiense Hugo Lepage, se requiere hacer un estudio más amplio para determinar si la minería afecta. Ambos expertos encabezan a un grupo de profesionales que continuarán con los estudios en la zona de Pasto Grande y otras cuencas.