Mónica Cuti
Arequipa. El exgerente de Educación, Milton Casaperalta, muestra su sorpresa frente a su retiro del sector Educación. Nos recibe en su aún despacho de la Gerencia de Educación. Explica que la causa de su salida serían las sanciones que se iban a poner por el cuestionado programa PAPI de la UGEL Norte.
¿Nunca le comunicaron de su salida?
Estuve el miércoles (23 de octubre) con el arquitecto Elmer Cáceres Llica en su oficina. Hablamos sobre la propuesta de hacer construir un teatro de arte para la Duncker Lavalle y, luego, tuvimos otra reunión paralela con colegios de Circa para la construcción de centros educativos. Estuvimos casi por dos horas, en ningún momento se me acercó ni me dijo que había la posibilidad de algún cambio.
¿Qué cree que ocurrió?
Particularmente, desconocía de mi salida. El día sábado, ya me llamaron los periodistas y vi los diarios. De inmediato, llamé al gerente general y al arquitecto Elmer Cáceres, pero no respondieron. Supongo que mañana (hoy) los visitaré, para que me expliquen. Si bien es un cargo de confianza, se respeta al funcionario.
¿Cree que es en parte por el programa PAPI?, porque fue cuestionado por el tema...
Tuve reuniones con el gobernador sobre ello, él me comentó que ese programa no estaba bien y yo le dije que se iba a investigar. Eso fue hace dos semanas. Pedimos el informe de inmediato al director de la UGEL Norte, Jorge Luis Choque. El martes tuve una reunión con el equipo directivo de la gerencia, revisamos el informe y notamos que había faltas; aparte de eso, se presentaron denuncias de parte del sindicato de la UGEL Norte. Cuando vimos el informe y las denuncias, optamos por separar al señor Jorge Luis Choque, sin sindicarlo como culpable, era mientras duren las investigaciones.
¿Qué decían los documentos de la denuncia del sindicato?
El sindicato señaló que Jorge Luis Choque tenía reuniones a solas con los docentes de los colegios particulares, lo que obstaculizaba la investigación. Por ello, era más conveniente separarlo y eso se iba a hacer entre el jueves y el viernes de esta semana que ha pasado. Pero me sacan, parece que alguien informó de esto (la sanción) y hubo movimientos en el gobierno regional para retirarme. No tengo otro problema, porque todo lo demás se solucionó.
¿Por qué desconfía?
El señor José Dávila, que es jefe de Recursos Humanos del gobierno regional, es persona de confianza de Jorge Luis Choque y es quien tiene que ver con el movimiento de plazas. Me parece que por ahí hay algo, sabemos también que, una semana antes de que ocurra el problema del programa de asesoramiento PAPI, me cambiaron al administrador de la Gerencia de Educación, sin que yo sepa. Lo cambiaron por alguien cercano a Choque y eso es sospechoso, porque no hay explicación para cambiar a la única persona de confianza que yo tenía; entonces, ¿por qué están moviendo a mi gente y se pone a quienes los asesores designan?
¿Cree entonces que lo quisieron sacar por intereses?
Personas, de repente a quienes no les conviene que yo siga en el cargo. Saben que tengo mis principios sólidos y que no pueden negociar conmigo.
¿Teme que la sanción al director de la UGEL Norte no se efectúe?
Eso es lo que temo. Si nosotros revisamos sin ir muy a fondo, pero con conocimiento de los informes (del PAPI), que recomiendan separar a Choque, se debe hacer eso. No atentamos contra nada, pero estando ahí la persona cuestionada y reuniéndose con los directores de colegios particulares, eso ya tiene cierto tipo de direccionalidad.
¿Qué piensa de la forma en que lo sacaron? ¿Hubo intereses?
Elmer Cáceres es mi amigo, yo sé que la gente que lo rodea, de repente, no es la más idónea en el gobierno regional. Entonces, hay gente que le dice cosas al oído, que no son coherentes con la verdad, porque todos los profesores saben exactamente cómo soy. Sé que mi trabajo en la gerencia fue con mucha responsabilidad. También me parece que son los intereses políticos, que hay dentro de la Región, los que quieren colocar gente en la gerencia. Lo que sí puedo decir es que realizamos un buen trabajo.