La Universidad Ciencias de la Salud (UCS), que funcionaba desde el 2010 en Arequipa, deberá cerrar en los próximos dos años, tras recibir el licenciamiento denegado de parte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), la cual comprobó que no cumplía con ninguna de las condiciones básicas de calidad.
La UCS cuenta hoy con 390 alumnos matriculados y 104 graduados en sus carreras de pregrado (enfermería y obstetricia). Sin embargo, lo que llama la atención es que esta universidad privada es de propiedad de María Magdalena Ysabel Luna Gálvez, quien es la hermana del excongresista solidario y dueño de la Universidad Privada Telesup, José Luna Gálvez, hoy en el ojo de la tormenta.
María Magdalena Ysabel Luna Gálvez, quien es la secretaria nacional de la mujer del partido político de su hermano (Podemos por el Progreso del Perú), es también rectora de la Universidad Ciencias de la Salud, la cual inició sus funciones en Arequipa mediante la autorización provisional del extinto Consejo Nacional para la Autorización y Funcionamiento de Universidades (Conafu).
Según la resolución del Consejo Directivo de la Sunedu, publicada hoy en El Peruano, la UCS no asegura contar con una adecuada gestión que garantice una sostenibilidad financiera. Además mantuvo problemas de liquidez en el periodo 2015-2017 y no generó flujos de efectivo por actividades de operación en tres de los cuatro años analizados. La operatividad de la universidad dependió totalmente de aportes y préstamos de los accionistas que representaron el 50% de sus ingresos.
“La UCS tuvo resultados acumulados negativos a junio 2019 que produjeron una reducción patrimonial del 65%; sin embargo, los aumentos de capital evitaron que el patrimonio alcanzara valores negativos. La universidad no logró generar los recursos propios necesarios para cumplir con sus obligaciones de corto ni mediano plazo”, se lee.
La universidad tiene una serie de deficiencias además en infraestructura, gestión institucional, docentes, investigación y servicios complementarios. Así, esta se convierte en la número 21 que deberá cerrar por un licenciamiento denegado.
La UCS queda impedida de convocar admisiones para nuevos ingresantes bajo cualquier modalidad. No obstante, no puede interrumpir unilateralmente la prestación del servicio que hoy está en curso, indicó la Sunedu.