Ana Estrada depende todo el tiempo de enfermeras y su cuarto -prácticamente- es una unidad de cuidados intensivos. La psicoterapeuta de 42 años padece desde los 12 el mal degenerativo de la polimiositis, ella es consciente de que la enfermedad acabará con ella y, por ello, quiere decidir sobre su vida, sobre su muerte, ser libre. Se ha convertido en activista por la muerte digna en el Perú.
La dependencia de Ana es de tal magnitud que cada vez que necesita salir a la calle, necesita que su padre firme un documento autorizando su salida, para así librar a EsSalud de toda responsabilidad.
Además, ella solo respira por la tráquea desde hace unos cuatro años.
Desde hace unos meses, escribe en un blog que se llama ‘Ana busca la muerte digna’. A través de él busca crear conciencia sobre la libertad de morir en determinadas circunstancias de enfermedades.
Apenas puede teclear con su índice derecho por lo que se demora mucho, pero luchar por la muerte digna la mantiene viva. Ella sabe que está muriendo de a pocos, pero batalla.
Las condiciones legales en el Perú prohíben la eutanasia -a cargo de terceros- y la muerte digna. Por ello, Ana Estrada judicializará su caso hasta llegar al Tribunal Constitucional.