A medida que pasa el tiempo, los tesoros arquitectónicos que alberga la ciudad del Cusco pueden verse afectados si no reciben el mantenimiento que requieren. Por ello, empezaron los trabajos de limpieza de la fachada de la Basílica Catedral de Cusco, la cual recibe a diario la visita de decenas de turistas y ciudadanos.
En horas de la mañana del jueves, personal del Área de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles del Arzobispado del Cusco y estudiantes de la Universidad Nacional Diego Quispe Tito iniciaron con los trabajos que se darán de manera superficial.
Para evitar dañar la Catedral, los participantes de la actividad usan técnicas no invasivas para retirar la tierra o excreciones de paloma. Este viernes culminarán con esta primera etapa de limpieza que se repetirá cada tres meses con el propósito de garantizar la conservación de los exteriores del recinto religioso.
La responsable del grupo de trabajo, Ángela Delgado Gibaja, explicó que en los dos días de jornada los expertos y estudiantes trabajaran de forma mecánica, primero al seco y luego con el uso de líquidos. "Este es un proceso inicial que se está trabajando de forma puntual pero más adelante se viene trabajar un proyecto integridad” acotó.