Puno. El cambio de ruta de la parada de veneración en honor a la Virgen de las Mercedes tuvo repercusiones negativas y desató el caos en la ciudad de Juliaca. Ello agudizó las diferencias entre el alcalde provincial de San Román, David Sucacahua, la Iglesia y los danzarines.
A pesar de que la parroquia Cristo Rey y la Hermandad de la Virgen de las Mercedes dijeron tajantemente que la Santa Patrona de Juliaca no sería sacada de su santuario del templo La Merced, la autoridad local se empecinó en trasladarla a la plaza Dos de Mayo del barrio Zarumilla.
En su fecha jubilar, las actividades litúrgicas se desarrollaron con normalidad. La misa, oficiada por el párroco David Vargas Valencia, contó con la participación de las principales autoridades, alferados, colegios e instituciones militares y policiales.
Al iniciar la procesión, el alcalde intentó cargar la sagrada imagen, pero tuvo que abstenerse al ser abucheado.