Por: Joel Robles
Agentes de Homicidios de la Dirincri descubrieron que el extranjero Rubén Matamoros Delgado (22), cuyos restos fueron encontrados en tres puntos de Lima el último lunes, se hallaba en calidad de ilegal en el Perú tras haber sido expulsado en mayo pasado por haber falseado información sobre sus antecedentes penales al momento de tramitar su Permiso Temporal de Permanencia (PTP).
Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que Matamoros, junto a otros 95 venezolanos, fueron deportados en el segundo operativo del plan Migración Segura 2019.
PUEDES VER Picantería peruana para el mundo
En la misma situación se encuentra su compatriota Alexander Salazar, el cuartelero del hostal donde fueron ultimados Matamoros y el peruano Jafet Torrico. Salazar fue expulsado hacía dos meses, pero inexplicablemente burló los controles fronterizos del norte del país.
En su manifestación, Salazar habría confesado que manipuló las cámaras y estuvo enterado del doble asesinato, aunque negó haber participado de manera directa en ellos.
Peritos informáticos se llevaron el equipo DVR del hostal ‘Señor de Sipán’, lugar de los hechos, para tratar de recuperar las imágenes borradas de las cámaras de seguridad. Se cree que en ellas aparecerían los rostros de los asesinos.
En tanto, la Policía baraja la hipótesis de que el terrible asesinato y posterior descuartizamiento del ciudadano venezolano Rubén Mauricio Matamoros Delgado (22) y de su amigo Jafet Caleb Torrico Jara (24), habría tenido un móvil pasional.
No descartan, sin embargo, que detrás de los crímenes haya alguna mafia que controla la venta de drogas en la zona.