El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Agricultura presentó, en el marco del II Congreso Peruano de la Asociación Peruana de Primatología, el Plan Nacional de Conservación de los Primates Amenazados en el Perú (2019 – 2029), el mismo que será aprobado oficialmente en los próximos días.
Este importante documento de gestión plasma las principales acciones a realizar para asegurar la conservación de 15 de las especies más amenazadas de monos presentes en el país y recoge todos los aportes de las instituciones involucradas en el tema, tras un nutrido proceso participativo de consulta y revisión.
Los primates generan diversos beneficios en los ecosistemas donde están presentes, dado que cumplen funciones tan importantes como la dispersión de semillas, por lo que contribuyen a la regeneración natural de los bosques. Asimismo, son considerados especies indicadoras del buen estado de conservación de los ecosistemas silvestres y son parte de la cultura de algunas comunidades rurales. Su conservación genera beneficios a las poblaciones que realizan ecoturismo como actividad económica.
No obstante, enfrentan serias amenazas tales como la pérdida, deterioro y fragmentación de sus hábitats, debido principalmente al cambio de uso del suelo para la agricultura y ganadería extensiva, la extracción forestal y el desarrollo de infraestructura vial y de comunicaciones. Otra de las principales amenazas es la cacería para el consumo de su carne, así como para el comercio ilegal de especímenes para tenerlas como mascotas.
El Plan incluye dos especies de monos categorizadas como En Peligro Crítico: el mono choro de cola amarilla (Oreonax flavicauda) y el mono Tocón de San Martín (Callicebus oenanthe); seis En Peligro, entre las que destaca el mono coto de Tumbes (Alouatta palliata aequatorialis) y el maquisapa (Ateles belzebuth); y siete como Vulnerable, entre ellas el huapo colorado (Cacajao calvus), el mono aullador rojo (Alouatta seniculus) y el mono nocturno andino o musmuqui (Aotus miconax).
La construcción del Plan reunió a representantes del Ministerio del Ambiente, del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), de los gobiernos regionales, organizaciones no gubernamentales, comunidades nativas, universidades, así como investigadores nacionales e internacionales.
Las actividades y líneas de acción del documento giran en torno a la mitigación de los principales problemas de conservación, la sensibilización a la sociedad civil sobre la importancia de los primates y la gestión del conocimiento y de la información, así como al fortalecimiento del trabajo interinstitucional.