De acuerdo a la investigación fiscal, mientras el suboficial de tercera PNP Kenyu Homero Baldárrago Apaza se encontraba como encargado de la sección Tránsito, en la comisaría de Moquegua, evitó que un conductor intervenido en estado etílico sea procesado e impidió la labor fiscal. Por este mal accionar, es que un juzgado lo sentenció a 10 años de cárcel.
Según explicaron desde el Tercer Despacho Fiscal de Mariscal Nieto, en noviembre del 2015, Baldárrago recibió a un ciudadano intervenido en flagrancia por conducir un vehículo en estado de ebriedad, hecho que no fue comunicado a la Fiscalía. Esto propició que el policía sea sometido a investigación penal por el delito de encubrimiento personal.
Las investigaciones advierten que el día de los hechos, en la comisaría de Moquegua, un fiscal de turno cumplía diligencias y a pesar que le solicitó al suboficial Baldárrago Apaza que presente su informe de ocurrencias este no comunicó sobre la detención del chofer ebrio, al parecer con el fin de apartar al detenido de las investigación fiscal.
De ese modo -advierte la Fiscalía- el policía permitió que el chofer eluda la acción de la justicia, al retirarse del local policial sin continuar con las diligencias por el delito de peligro común. De ese modo, el Juzgado Colegiado de Mariscal Nieto encontró culpable al suboficial Kenyu Baldárrago.
Al termino del juicio, el fiscal Yukio Merma Ramos logró la sentencia de 10 años de pena efectiva, la misma que se ejecutará cuando quede consentida en segunda instancia. Además el suboficial queda inhabilitado para ejercer funciones como agente de la Policía Nacional. Finalmente debe pagar una reparación civil de mil soles a favor del Estado.