Sorpresa. Ganó las elecciones desde la clandestinidad. El respaldo al exdirigente aimara es el síntoma de la pérdida de fe en una clase política podrida con la corrupción. ¿El radicalismo de Aduviri hacia dónde puede conducir a Puno? Veremos.,El triunfo de Walter Aduviri Calisaya marcó políticamente el año. Ganó las elecciones regionales de Puno en primera vuelta con más del 43% del voto ciudadano. Su victoria fue sorpresiva. Nadie esperaba que el radical exdirigente aimara ganara la gobernatura en Puno; ni las encuestas que lo ubicaban en el pelotón de favoritos, pero no como ganador con más de 30%, requisito suficiente para ganar el proceso electoral. Aduviri tenía en su contra una sentencia de siete años de pena efectiva por el delito de disturbios. Se le atribuía la autoría mediata en la quema de instituciones públicas y privadas en mayo de 2011. Él lideró esas protestas conocidas como el Aimarazo, conflicto que estalló en la zona sur de Puno para rechazar las concesiones mineras. PUEDES VER: Comerciantes quieren volver a ocupar la vía donde hubo incendio Este año, afrontó la campaña desde la clandestinidad vía celular. A dos días de las elecciones, la Corte Suprema de Lima dejó sin efecto el fallo por vicios procesales y ordenó un nuevo juicio. ¿Pero qué factores contribuyeron a su victoria? Las razones son múltiples. El catedrático universitario y analista político Eland Vera aseguró que esta victoria se origina por el voto contestatario contra el centralismo y el respaldo a un personaje antisistema. Recordó que el Altiplano siempre tuvo esa característica, la de eligir políticos reivindicadores con discursos que abordan problemáticas irresueltas históricamente: la pobreza y ausencia del Estado. En cambio, predominan el narcotráfico y minería informal, contrabando, etc. Vera cree que la elección de Aduviri responde también al descrédito de la política y el sistema de justicia. Sostiene que las denuncias que pusieron al descubierto la red de Los Cuellos Blancos del Puerto y los jueces de los audios corruptos provocaron que la ciudadanía radicalice su voto y se incline por cambios drásticos. “Eso puede crear fascismos de extrema derecha, ideas de socialismo y otros; pero, en el caso de Aduviri, la ciudadanía está pidiendo cambios de fondo”, explicó. Por su parte, el sociólogo Carlos Flores sostuvo que Aduviri cosechó sus votos de la victimización. Un grueso de electores no estaba de acuerdo con la sentencia en su contra. No se entendía cómo es que a él lo condenaban, pero "los hermanitos" con el magistrado César Hinostroza a la cabeza sí limpiaban a la señora K, Edwin Oviedo, Alan García y otros personajes de la política peruana. PUEDES VER: Walter Aduviri viajó a Lima para ser acreditado como nuevo gobernador de Puno Enorme responsabilidad A sus 38 años, Aduviri tendrá la tarea de conducir los destinos de Puno, una región marcada por enormes contrastes. Por un lado, posee riqueza mineral, es cuna del mejor café orgánico del mundo y atrae al turismo. Por otro lado, tiene al 34% de su población en pobreza, la anemia aqueja al 57% de niños menores de tres años y campea el desempleo. El ahora gobernador de Puno nació en 1980 en la comunidad aimara de Llusta, zona alta de Ilave, y a cinco horas al sur de la ciudad de Puno. Su familia está compuesta por siete hermanos. Su madre falleció en 2012, según él de pena por todos los insultos que le proferían por los medios de comunicación al oponerse a la minería. Solo su padre, Pablo Aduviri Choquecota, vive en el pueblo acompañado de sus parientes más cercanos. El electo gobernador de Puno y sus hermanos acuden cada semana para llevarle alimento y velar por su salud. Su estadía la aprovechan para cocinar, pastar alpacas y visitar a sus parientes, así como a sus sobrinos. Pero no solo es su pasado personal y dirigencial el que llama la atención en Aduviri, también su rol contestatario. Tras revelarse que en Carabaya está la mayor reserva de litio del mundo, Aduviri anunció que para explotar el mineral se debe consultar a toda la ciudadanía. Recientemente, viajó a Bolivia para pedirle al presidente Evo Morales gas barato para Puno y Juliaca, porque considera que el Gasoducto del Sur es un negociazo que no beneficiará a los peruanos. A su retorno, planteó que los recursos naturales en el Perú deben manejarse de acuerdo al modelo boliviano, donde el Estado tiene control sobre la explotación. “Estamos seguros de que si copiamos este modelo, se acabarán en el Perú las huelgas, los estados de emergencia y, consecuentemente, vamos a tener bonanza. Qué mejor que tener gas, por ejemplo, en todo el país, ¿no?”, dijo.