En estrictos términos estadísticos, las cosas han cambiado algo para ellos, y hoy el bloque Julio Guzmán, Verónika Mendoza, Alfredo Barnechea y César Acuña encabeza los sondeos de simpatía.,En cierto modo representan a la paciencia, tal vez a pesar suyo. Los cuatro principales candidatos que en el 2016 quedaron fuera de carrera gracias al JNE (2) o no llegaron a la segunda vuelta (2) aparecen en todas las encuestas, y lo harán hasta el 2021. Son cinco años de espera con un final impredecible, cuidando que la movediza riña política no salpique su perfil. En estrictos términos estadísticos, las cosas han cambiado algo para ellos, y hoy el bloque Julio Guzmán, Verónika Mendoza, Alfredo Barnechea y César Acuña encabeza los sondeos de simpatía. En verdad no hay mucha simpatía disponible para casi ningún político, y que la desaprobación es alta. Pero siempre es consolador estar a la delantera, con cifras entre 14% y 23%. A juzgar por el movimiento de las encuestas (donde los cuatro suben y bajan con todo el resto), el público no los considera, juntos o por separado, distintos de los demás políticos. Simplemente menos malos. Quizás tenga que ver con que por el momento nadie los está atacando. O tal vez estos seguidores ven en ellos una pauta de estabilidad, en la forma de una banca de suplentes. Sus respectivas circunstancias personales son distintas. Acuña y Mendoza administran partidos con presencia en el Congreso y en gobiernos locales. Barnechea es influyente en su partido, pero con fuerte competencia interna, y ciertamente no lo administra. Guzmán, el puntero, maneja una discreta campaña permanente por mantenerse en el candelero, lo cual ha logrado con cierto éxito. ¿Qué tienen en común? Haber participado en la anterior campaña electoral, lo cual hizo a sus nombres conocidos. Haberse mantenido hasta aquí al margen de la vorágine de acusaciones. Que no hayan aparecido competidores para el 2021 en la segunda línea política, o que simplemente los encuestadores no se hayan interesado en ellos. Cuesta trabajo imaginar a alguno de ellos deslizarse sin problemas hacia la próxima presidencia. Al electorado le gustan las novedades, y en cierto modo ellos son gente de la pasada elección, mucho más que de la próxima, y esto es algo que van a tener que superar. Mientras tanto figuran en las encuestas como pura expectativa.