La víctima no va a leer esto porque no tiene edad para hacerlo, pero ojalá que sus papás lo lean. Ojalá que esos papás fueran un número reducido de personas, pero son muchísimas personas. Si alguien abusó de tu cría, tienes que reaccionar. Cuando un menor víctima de abuso da el paso de narrar el abuso al que ha sido sometido, lo que está pidiendo es ayuda. Si se lo cuenta a sus padres, pide protección. La profesora me tocó. Mi primo me bajó el pantalón. Mi tío me mete la mano debajo de la falda. El cura me pidió que lo toque. El vecino me violó. Sucede más de lo que cualquiera imagina y se da en ambientes de supuesta confianza, donde el o la menor está a merced del predador porque es familia, amigo de la familia o una autoridad. Si tu hija ha sido abusada, callar “para protegerle” es el peor mensaje. Hacer como que nada pasó, barrer el hecho debajo de la alfombra genera traumas y dolores de mayor gravedad. Si por cuidar a tu hijo no dices que el tío lo ultrajó, el mensaje que le estás dando es que tienes vergüenza de lo que pasó y de él. Denuncia y que tu hijo sepa que estás de su lado. Muéstrale que aunque algunas personas son malas, no todas las personas son así. Hay gente que le cree, que le quiere, que le cuidará. Frases tan obvias como un te quiero, tienen un efecto determinante en la vida de las personas. Mucho más, si es un niño o una niña. Denuncia incluso si la policía no sirve y la fiscalía tampoco. Es difícil e injusto que una niña pase por un interrogatorio y el médico, pero más injusto es que quien la dañó siga como si nada. Quédate a su lado para asegurarte de que nada malo le vuelva a pasar. Tu hijo o hija tiene que sentir que das todo por defenderle. Es difícil e injusto que una niña pase por un interrogatorio y el médico.