La presidenta Dina Boluarte tomará juramento hoy, antes del mediodía, a su presidente del Consejo de Ministros y a los demás miembros de su gabinete, luego de dos días de haber asumido las riendas del Gobierno, tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo.
“Ahorita estamos yendo a continuar con el trabajo tan importante de armar un gabinete que dé confianza a la población peruana (...). Solamente voy a agradecer a la prensa, pero también a los hermanos y hermanas del Perú que con calma esperemos. Creo que en el transcurso del día y mañana (hoy) antes del mediodía a más tardar estaría juramentando al nuevo gabinete”, dijo ante la prensa, temprano, afuera de Palacio.
Al cierre de esta nota, los voceados para la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) eran su abogado Alberto Otárola, el ex defensor del Pueblo Walter Gutiérrez, el exministro Jorge Nieto y el embajador Luis Chuquihuara.
La República buscó las versiones de Otárola y Gutiérrez, pero al cierre de esta nota no respondieron nuestras comunicaciones. Gutiérrez, según fuentes del entorno de Boluarte, es cercano a la presidenta. Las mismas fuentes señalaron que recibió la propuesta para ser jefe de la PCM, pero no aceptó el encargo.
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Nieto, por su parte, dejó abierta la posibilidad, pero negó haber sido llamado para que le ofrezcan el gabinete.
Las mismas fuentes mencionaron a Chuquihuara y contaron que estaba en la mira de Boluarte. El diplomático, embajador de Perú ante las Naciones Unidas, viajó ayer a nuestro país, según se informó, por asuntos de Cancillería.
Para el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) también había sido voceado el exministro Alonso Segura, quien visitó Palacio el día de la asunción de la exministra de Inclusión Social. Este diario llamó por teléfono a Segura, pero tampoco respondió nuestras comunicaciones hasta el cierre de esta nota.
Los nombres del gabinete de Boluarte se manejan bajo siete llaves en Palacio de Gobierno. Lo cierto es que su conformación es con miras a conservar la tregua de la que depende que la mandataria y el Congreso no se enfrenten.
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Durante la jornada de ayer, Boluarte ha continuado con su ronda de diálogos con las distintas bancadas del Parlamento. Fue luego de la reunión que tuvo con los legisladores de Acción Popular (AP) que el vocero de esta bancada, Elvis Vergara, afirmó que, durante esa conversación, ella les aseguró que el gabinete no tendrá presencia de ninguno de sus colegas.
“Ningún congresista, dijo la presidenta, ningún congresista va a ser parte del gabinete ministerial”, manifestó.
El argumento de Vergara para que ninguno de sus colegas sea ministro de esta gestión es porque cada uno tiene que hacer su trabajo. “Los congresistas deben fiscalizar, legislar y representar. Los ministros tienen que ser técnicos, que nazcan del acuerdo nacional”, apuntó.
Esto tiene que ver con lo que el miércoles, luego de asumir la presidencia, Boluarte, en su primer discurso, señaló: conformar un gabinete de “todas las sangres” con todas las “fuerzas democráticas”.
Boluarte también había invitado a los representantes de Perú Libre y Podemos Perú, pero estos rechazaron ir.
“La Asamblea Nacional Extraordinaria de Perú Libre concluye no integrar el gabinete ministerial ni asistir a la invitación de la presidenta Dina Boluarte por considerar que la extrema derecha ha consumado un golpe de Estado en el país. El partido se une a las luchas populares”, tuiteó ayer Vladimir Cerrón, a la 1:09 de la madrugada.
En la misma línea se pronunciaron en el partido de José Luna Gálvez. “El Comité Ejecutivo Nacional de Podemos Perú declina su participación a cualquier invitación a Palacio de Gobierno. Podemos Perú se mantiene firme y consecuente con la posición de que nos vayamos todos conforme a nuestra iniciativa legislativa aprobada en la Comisión de Constitución”, dice el comunicado.
La ronda de diálogo culminó con un encuentro con los parlamentarios de Integridad y Desarrollo. A su salida de Palacio, la congresista Susel Paredes recalcó que la salida a esta crisis es que se vayan todos. “Un adelanto de elecciones sin reformas políticas no tiene sentido. Necesitamos reformar el artículo 117 de la Constitución. Nuestro proyecto ya lo pasaron a la Mesa Directiva. El presidente del Congreso, José Williams, debe decirnos cuándo se agendará nuestro proyecto”, expresó.
Mientras Boluarte afinaba su gabinete, las calles de Lima y de las principales ciudades del interior del país eran escenario de protestas en las que la ciudadanía demanda el adelanto de elecciones.
Sobre esta posibilidad, los expertos afirman que la presidenta de la República puede renunciar y su sucesor –el presidente del Congreso– automáticamente convocar a nuevos comicios generales. Un sector del Legislativo, como Renovación Popular y Fuerza Popular, considera que en ese escenario solo compete llamar a elecciones presidenciales. En Avanza País hay posturas diversas.
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El 18 de setiembre, el titular del Parlamento, José Williams, sostuvo que ante la destitución de Castillo y Boluarte lo que procede son nuevos comicios generales. “Lo que dice la Constitución es que el presidente del Congreso lo que tiene que hacer es convocar a elecciones en los plazos establecidos y con todas las garantías”, manifestó.
Pero Boluarte no ha dado gestos de querer dar un paso al costado. Y en el Congreso, por ahora, no apuntan a su destitución. Esa tregua depende de la conformación del gabinete.
La presidenta, no obstante, ha dicho que, de darse las circunstancias, apoyará que se vayan todos. “La Constitución cuando se juró al cargo hace dos días dice hasta el 2026; sin embargo, si la sociedad y si es que la situación amerita, adelantamos elecciones en conversación con las fuerzas políticas y democráticas del Congreso. Nos sentaremos a conversar”, comentó.
La otra vía, que no implica la vacancia o renuncia de Boluarte, es que la Junta de Portavoces agende cuanto antes el dictamen de adelanto de elecciones en el Pleno del Congreso.
La legislatura aún en curso acaba el 15 de diciembre y, de no acordarse una ampliación para ver este y otros temas, el mencionado proyecto de ley no se discutirá hasta el próximo semestre, y el único que se habrá ido entonces será Castillo.
Dina Boluarte tuvo una comunicación telefónica con el presidente de Argentina, Alberto Fernández. Por medio de su cuenta de Twitter, la mandataria señaló que su homólogo argentino le mostró su apoyo para que pueda gobernar el Perú.
“Agradezco la llamada del presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la que expresó su respaldo, apoyo y colaboración en el marco del fortalecimiento de nuestra democracia, las relaciones bilaterales y las políticas regionales por el desarrollo de Sudamérica”, escribió en la red social.
En la ceremonia del aniversario de la Batalla de Ayacucho, destacó la labor de las Fuerzas Armadas. “Nos dan la garantía de que vivimos en orden, respetando la Constitución, el Estado de derecho y el equilibrio de poderes”, manifestó. Como se sabe, el intento de golpe de Estado de Pedro Castillo no prosperó porque las Fuerzas Armadas no apoyaron esa maniobra dictatorial.
Por: Alonso Cárdenas, analista político
La presidenta Dina Boluarte primero debe tener un buen gabinete, con ministros de primer nivel y de trayectoria, con altos estándares éticos. Lo segundo es que debe alejarse de los partidos políticos del Congreso. Están muy contaminados y desprestigiados y no le van a aportar nada. Lo tercero, debe comenzar a tender puentes con los gobernadores regionales electos, que juegan un rol fundamental para atender las demandas de las regiones.
Si nombra a un primer ministro vinculado con los partidos vinculados de manera directa o indirecta, que están en el Congreso y los que perdieron las elecciones, puede tener un problema muy grave porque perdería la poca legitimidad que tiene y porque se hablaría de un pacto. Por eso se necesita a una persona independiente.
Otro elemento fundamental es tener una agenda copada de políticas públicas urgentes: la lucha contra el hambre, la inseguridad y la corrupción en el Estado.
Por último, debido al desprestigio de la clase política, el adelanto de elecciones no sería descabellado pensando en abril del 2024 y todo el próximo año que se hagan reformas. Me atrevería a proponer que en estas elecciones se haga la pregunta si se quiere o no una nueva Constitución.