El Pleno del Congreso se sacó ayer el clavo y aprobó acusar por rebelión y conspiración a la ex primera ministra Betssy Chávez y a los exministros del Interior, Willy Huerta, y de Turismo, Roberto Sánchez, por ser presuntos cómplices del intento fallido de golpe de Estado de Pedro Castillo el 7 de diciembre del año pasado.
El informe final lo había realizado el congresista de Acción Popular, Wilson Soto, quien, además, por pedido de su colega de Avanza País, Norma Yarrow, incluyó en su expediente la recomendación de suspender a sus colegas Chávez y Sánchez mientras duren las investigaciones del Ministerio Público.
Los aliados de derecha y un sector de la izquierda recibieron esa recomendación con reservas y votaron a favor de solo suspender a Chávez.
Pasadas las 4 de la tarde, Soto sustentó su informe y afirmó que luego del mensaje de Castillo, se le acercaron Chávez y Sánchez estrechándole la mano, en clara manifestación de acuerdo. “Huerta se habría comunicado con el comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Raúl Alfaro, y le indicó que cierre el Congreso y que no permita el ingreso de ninguna persona y que intervengan a la fiscal de la Nación, y que esos detalles se los daría el ministro del Interior”, aseguró.
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La presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso y congresista de Alianza para el Progreso (APP), Lady Camones, en el mismo sentido, sostuvo que bastaba leer el mensaje presidencial para saber que estuvimos frente a un criminal que quiso desaparecer las instituciones democráticas.
Pleno lo decidió. Denuncia constitucional contra exministros fue aprobada en el hemiciclo. Foto: Antonio Melgarejo/La República
“Un verdadero demócrata rechaza un golpe de Estado, por eso el Congreso no puede tener entre sus pares a los golpistas. Por eso pido la aprobación de la acusación por antejuicio”, refirió Camones en referencia a sus colegas Chávez y Sánchez.
Cuando le tocó dar sus descargos, Chávez inició su ponencia informando que se había allanado a que el Congreso le levante el antejuicio para que la Fiscalía le formalice la investigación preparatoria. Pero, además, aprovechó la ocasión para dar una arenga política.
“Organícense, hermanos. La clase política ha fracasado en todas las formas, pero ustedes, el pueblo, no. Y más temprano que tarde se logrará un nuevo pacto social”, dijo Chávez en su última intervención en el hemiciclo, hasta que se resuelva la denuncia en su contra.
El exministro Huerta, en tanto, contó que luego del intento de golpe, Castillo le pidió su teléfono para comunicarse con Alfaro, pero que no supo los detalles de la conversación. “Él no confiaba en mí”, enfatizó, intentando marcar distancia de Castillo.
Sánchez, por su lado, insistió en que estuvo aislado de la decisión que tomó Castillo el 7 de diciembre. Pero estos argumentos de defensa no bastaron.
Durante el rol de oradores, el único denunciado defendido por su bancada, Cambio Democrático, fue Sánchez.
La legisladora Sigrid Bazán alegó que en el informe no había elementos para acusar a su colega Sánchez.
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Los demás parlamentarios que fueron oposición en el régimen de Castillo cerraron filas a favor del informe de Soto.
“Esto ha sido un proceso que ha involucrado a más personas, un golpe no se prepara minutos antes de una conferencia e involucra a muchas personas porque se necesita saber con quién se cuenta y cómo se puede tener el control del país”, acotó Jorge Montoya, de Renovación Popular.
Del mismo modo se expresó Carlos Anderson, congresista no agrupado. “Estábamos acostumbrados a la improvisación (del Gobierno de Pedro Castillo), pero algo como esto necesitaba planeamiento. El Perú no puede creer la historia de que el señor Castillo, en conversación con Betssy Chávez, decidió dar el golpe de Estado. Aquí hay más involucrados”, remarcó.
A las 8:27 de la noche, en el hemiciclo, 66 parlamentarios votaron a favor de acusar a Chávez. Dos minutos después, con la misma cantidad de congresistas marcando en verde, la exministra fue suspendida de sus funciones congresales.
Diez minutos después fue aprobado el expediente contra el exministro Huerta, con 56 votos a favor de denunciarlo.
Fallido. El 7 de diciembre, Pedro Castillo intentó cerrar el Poder Legislativo, pero fracasó. Foto: difusión
A las 9 de la noche, Sánchez también fue acusado con 50 votos, pero no fue suspendido debido a que el Pleno no alcanzó la mayoría simple de parlamentarios a favor, de acuerdo al reglamento. Solo estuvieron a favor 27 legisladores, 39 en contra y 11 se abstuvieron.
De este modo, Sánchez se salvó y Chávez quedó fuera del camino, pero igual ambos y Huerta perdieron su derecho a antejuicio. Están en manos ahora de la Fiscalía.
La aprobación de la denuncia constitucional contra Chávez, Huerta y Sánchez les levanta el antejuicio político a estos exministros y permite al Ministerio Público tener el camino libre para formalizar la investigación preparatoria y adoptar medidas de comparecencia.
Con la suspensión de Chávez, su reemplazo en el Congreso es Isacc Mita, de Perú Libre.
De haber seguido el mismo desenlace Sánchez, su reemplazo iba a ser la activista Gahela Cari Contreras, del Movimiento Nuevo Perú. Pero Sánchez se salvó de la suspensión.
Lady Camones, Alianza para el Progreso
“Basta leer el mensaje presidencial (de Pedro Castillo el 7 de diciembre) para saber que estamos frente a un criminal que quiere desaparecer las instituciones democráticas, un verdadero demócrata rechaza un golpe de Estado”.
Wilson Soto, Acción Popular
“Luego del mensaje de Pedro Castillo, se les acercaron Betssy Chávez y Roberto Sánchez estrechándole la mano en clara manifestación como parte del acuerdo. Willy Huerta se habría comunicado con el comandante general Raúl Alfaro”.