El expresidente Francisco Sagasti se refirió a las protestas que continúan en diversas regiones al interior del país, donde se exige la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, así como el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones para este 2023. En entrevista para La República, Sagasti señaló que dichas manifestaciones tendrían su origen en un “descontento” de la población con los actores políticos, tanto desde el Ejecutivo como del Parlamento.
Asimismo, se mostró en desacuerdo con culpar “solo a los agitadores”, como lo hacen los ministros de Estado y la misma Dina Boluarte al referirse a los 49 muertos, 531 heridos y 329 detenidos registrados hasta la fecha como consecuencia de los enfrentamientos entre los manifestantes con los efectivos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
“Si no existiera descontento, sería muy difícil movilizar a tantos. Culpar solo a agitadores es incorrecto. Debemos reconocer el descontento de muchos años”, señaló Sagasti, quien asumió la presidencia en noviembre del 2020 tras la renuncia del expresidente de facto Manuel Merino.
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En otro momento, el exmandatario mencionó que Dina Boluarte “tiene la tara difícil de recuperar la confianza” de la población con el fin de apaciguar las protestas. “Cualquier Gobierno que enfrente una crisis tiene la tarea de recuperar confianza e inspirar esperanza”, resaltó.
De igual manera, reconoció que existen demandas legítimas que vienen “por no haber compartido los beneficios de un crecimiento económico con las regiones en que se producían, en gran parte, los recursos naturales que generaban esta bonanza”.
“Hay un descuido y descontento. Eso es legítimo. También lo es protestar. No es legítimo destruir la propiedad y hacer planteamientos que no se pueden cumplir”, acotó.
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sagasti
Francisco Sagasti también consideró que el Ejecutivo debería priorizar la “ecuanimidad y moderación” para frenar las manifestaciones y no recurrir a “acciones desproporcionadas” de las fuerzas del orden.
“Se requiere de lado y lado más ecuanimidad y moderación. Con más de 40 fallecidos por acciones desproporcionadas, la indignación hace difícil mantener la ecuanimidad. Con calma y mediadores con credibilidad, sería posible”, sostuvo.