Ayer empezaron las sesiones plenarias con las delegaciones presentes en la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Las intervenciones de los representantes de cada uno de los países enfatizaron, sobre todo, en la necesidad de combatir la desigualdad y garantizar la democracia.
El canciller peruano, César Landa, quien fue elegido presidente de la asamblea de la OEA, señaló en su discurso que la prioridad debe ser abordar la agenda social de la región y la lucha en contra de la discriminación.
“Se necesita un multilateralismo centrado en las personas, que destierre de nuestro continente ideas y prácticas que lesionan los derechos fundamentales de nuestros ciudadanos”, dijo el titular de Relaciones Exteriores.
Añadió que “durante décadas” prevaleció una idea que hoy ya se sabe equivocada: que el crecimiento económico llegaría a todos y reduciría automáticamente la desigualdad, o que el derecho al sufragio y otros derechos políticos eran garantía suficiente para la gobernabilidad y la estabilidad democrática.
Sin embargo, añadió, la pandemia “corroboró” cuán extendidas estaban la precariedad y la informalidad y, por su efecto, la desprotección de amplios sectores de la población de la región.
“Estas brechas sociales y económicas tienden a generar un trato desigual a las personas, debido a su identidad, pertenencia, origen, características individuales, creencias”, dijo.
Por eso, indicó, hay que robustecer los consensos que fortalezcan el trabajo decente y prevengan y sancionen las intolerancias.
Landa agregó que América es, quizás, el continente más desigual del planeta que ha hecho de la discriminación una práctica cotidiana.
“Ninguno de nosotros puede sentirse aludido. Ciertamente, el anonimato y la impunidad de los mensajes de odio en algunos formatos y medios de comunicación o la animosidad política y la irresponsabilidad de quienes pretenden, contra todo principio democrático, eliminar a sus adversarios, alientan estas prácticas destructivas. También lo hacen los prejuicios y los estigmas sedimentados en discursos excluyentes”, señaló Landa.
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Antes de las intervenciones de las delegaciones se sometió a votación la iniciativa impulsada –entre otros por Bolivia, México y Antigua y Barbuda– para revocar las credenciales del enviado de Juan Guaidó a la OEA, en representación de Venezuela.
Gustavo Tarre había dicho que no participaría en el foro al enterarse de que al menos 11 países pensaban impulsar su salida. Sin embargo, la propuesta no alcanzó los votos suficientes para ser tratada en la asamblea.
En efecto, se necesitaban 24 y solo se alcanzaron 19. En contra hubo cuatro. Las abstenciones llegaron a nueve. Hubo dos ausencias.
Entre las presentaciones de ayer, destacó la del secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken. Él se encuentra haciendo una gira por América Latina. Antes, en una reunión ministerial sobre inmigración (que transcurre en paralelo a la asamblea), anunció que su país destinará otros 240 millones de dólares en ayuda humanitaria para que los países del continente asistan y acojan a los inmigrantes que pasan por su territorio y para que refuercen sus fronteras.
Blinken, por la tarde, asistió a Palacio de Gobierno para reunirse con el presidente de la República, Pedro Castillo. También estuvo presente César Landa.
Hoy se continuará con la tercera y la cuarta sesión plenaria. Luego, habrá una sesión de clausura.
“Estamos agradecidos por el liderazgo de Perú en esta asamblea. La región he enfrentado diversos desafíos, como la pandemia, más el incremento de los precios de alimentos y fertilizantes. Con el presidente Pedro Castillo hemos hablado de cómo se puede enfrentar estos retos”, dijo el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, luego de su reunión con el jefe del Estado en Palacio de Gobierno.